C¨®mo hemos podido
CADA VEZ que hay una agresi¨®n que supera ligeramente la media de crueldad o fanatismo. se oyen en todo Euskadi los lamentos de quienes se preguntan "C¨®mo es posible, c¨®mo hemos podido llegar a esto". El domingo, en Elg¨®ibar, unos encapuchados arrojaron un artefacto incendiario contra un grupo de personas que les llamaba la atenci¨®n. Hay un herido grave. Hace alg¨²n tiempo que los partidos nacionalistas democr¨¢ticos, cuyas sedes y militantes figuran entre los objetivos de agresi¨®n y acoso favoritos de los violentos, califican a ¨¦stos de fascistas. Pero de esa consideraci¨®n apenas se derivan consecuencias pr¨¢cticas respecto a su pol¨ªtica en relaci¨®n al mundo radical.A comienzos de a?o, un grupo de expertos comisionados por el Gobierno vasco para "analizar a fondo las causas de la subcultura de la violencia" presentaban sus primeras conclusiones. Entre otras, la importancia que en la extensi¨®n del fen¨®meno hab¨ªa tenido la sensaci¨®n de impunidad con que actuaban esos j¨®venes, as¨ª como su interiorizaci¨®n de la violencia que practicaban como una respuesta leg¨ªtima a la aut¨¦ntica violencia, que ser¨ªa la practicada por el Estado al impedir la libertad de Euskal Herria.
A prop¨®sito de la impunidad, el soci¨®logo Ander Gurrutxaga escrib¨ªa hace unos meses que a los j¨®venes violentos Ies han convencido de que sus actos nunca tienen consecuencias de que son irresponsables de lo que hacen. Si no les instan a cometer esos hechos, al menos nunca he le¨ªdo en sus medios de comunicaci¨®n que est¨¦ mal lo que hacen". La agresi¨®n de Elg¨®ibar era relatada ayer en Egin en los siguientes t¨¦rminos: "Un grupo de personas, increp¨® e, intento rodear a unos encapuchados, ante lo que ¨¦stos lanzaron un c¨®ctel m¨®lotov que hiri¨® a un hombre". Y m¨¢s adelante: "Un grupo de persona! les increp¨® y lleg¨® a arrojar vasos y otros objetos. Al parecer, los encapuchados se vieron rodeados y al huir lanzaron contra erte grupo un c¨®ctel m¨®lotov". ?Queda claro que se trat¨® e leg¨ªtima defensa?
El 23 de marzo de 1995, la coordinadora KAS hac¨ªa p¨²blico un llamamiento a "hacer frente, con todas las armas posibles, al Estado terrorista espa?ol". En el escrito se consideraba que la lucha armada era "una obligaci¨®n ¨¦tica y pol¨ªtica ineludible", se acusaba de complicidad a los partidos democr¨¢ticos y se establec¨ªa un paralelismo entre la Ertzaintza y la polic¨ªa pol¨ªtica de Pinochet. Las palabras no matan, pero en los tres d¨ªas siguientes al llamamiento se produc¨ªan en el Pa¨ªs Vasco ataques contra 17 sucursales bancarias, cuatro sedes del PNV y una del PSOE, varios autom¨®viles particulares y decenas de comercios y cabinas telef¨®nicas, y cinco ertzainas ten¨ªan que ser hospitalizados, uno de ellos en estado grav¨ªsimo.
En septiembre de 1995, Floren Aoiz, portavoz de HB, declaraba, tras un verano tan pr¨®digo en agresiones de los radicales como el actual, que las mismas son "una forma de lucha pol¨ªtica [determinada] por la imposibilidad de expresar la voluntad del pueblo vasco por canales democr¨¢ticos".
No hay duda de que son pr¨¢cticas y actitudes netamente fascistas, como estos d¨ªas, y a prop¨®sito de la nueva oleada de agresiones, acosos e intentos de imposici¨®n, han declarado los principales l¨ªderes nacionalistas. Pero cuando el socialista J¨¢uregui se ha permitido sugerir que tal vez tenga algo que ver con esa violencia juvenil lo que a los ni?os y adolescentes se les dice cada d¨ªa en muchas ikastolas -que Euskadi est¨¢ oprimida y que la Constituci¨®n impide ser libres a los vascos-, le han acusado de estar "rescatando el discurso de Damborenea que dio origen a los GAL" y de cortar "cualquier v¨ªa de soluci¨®n al problema de la violencia". Tambi¨¦n le han reprochado no entender que! el origen de la violencia es "un problema pol¨ªtico no resuelto [porque] todav¨ªa no existen v¨ªas para que la voluntad de los vascos tenga una plasmaci¨®n real". En fin, como si quisiera cerrar el c¨ªrculo de incongruencia en que se ha convertido la pol¨ªtica vasca, el portavoz del PNV, I?aki Anasagasti, tambi¨¦n alud¨ªa este, domingo a Pinochet advirtiendo a los vecinos de Zeberio (Vizcaya) que "hay ciertos estamentos que quieren convertir esto en una democracia tutelada por lo militar". En referencia no a ETA Militar, sino a la negativa del Gobierno a desclasificar los papeles del Cesid. "?C¨®mo es posible, c¨®mo hemos podido llegar a esto?". Pues poco a poco; renunciando a defender nuestro punto de vista -el Estatuto de Gernika, la Mesa de Ajuria Enea- y pasando a defender, si no el de ellos, uno que suene bien a sus o¨ªdos.
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