Los siete secuestradores iraqu¨ªes se entregan en Londres tras liberar a todo el pasaje del avi¨®n

La tensi¨®n dur¨® 17 horas, pero el secuestro el lunes por la noche de un avi¨®n comercial sudan¨¦s concluy¨® sin sangre y sin violencia a mediod¨ªa de ayer en el aeropuerto londinense de Stansted. Los 186 pasajeros y los 13 tripulantes del vuelo SUB-150, que hab¨ªan embarcado la noche anterior en Jart¨²m (Sud¨¢n) rumbo a la capital jordana, Amm¨¢n, fueron autorizados por sus secuestradores a abandonar el avi¨®n gradualmente. Los piratas a¨¦reos eran siete ciudadanos iraqu¨ªes que ten¨ªan como objetivo, al parecer, solicitar asilo pol¨ªtico en el Reino Unido.

Un impresionante despliegue de seguridad hab¨ªa recibido al aerob¨²s A-310 a las 4.30 de la ma?ana, hora local (5.30 en la Pen¨ªnsula), en Stansted, el tercer aeropuerto de Londres, situado a unos 60 kil¨®metros al noreste de la capital brit¨¢nica. Nadie conoc¨ªa la identidad, ni el n¨²mero exacto -en un principio se habl¨® de un solo hombre-, ni las intenciones de los secuestradores, supuestamente armados con granadas y dinamita. Lo ¨²nico claro desde un principio era que pretend¨ªan aterrizar en Londres. Las autoridades brit¨¢nicas, al recibir la noticia, optaron por desviar al Aerob¨²s a Stansted, el aeropuerto previsto para este tipo de emergencias, mientras preparaban en tierra las medidas de seguridad.La polic¨ªa brit¨¢nica no tuvo que intervenir en momento alguno, toda vez que los siete piratas a¨¦reos se limitaron a exigir la presencia en el aeropuerto de un mediador iraqu¨ª, Sadik Sad¨¢. ?ste es un disidente del r¨¦gimen de Sadam Husein y uno de los l¨ªderes de la Asociaci¨®n de la Comunidad Iraqu¨ª en Londres, que se ocupa de los refugiados de este pa¨ªs en el Reino Unido. Sad¨¢ tard¨® en ser localizado por la polic¨ªa metropolitana y no lleg¨® al aeropuerto hasta las doce del mediod¨ªa de ayer, pero su mediaci¨®n fue un ¨¦xito completo.

Para entonces, los secuestradores hab¨ªan puesto ya en libertad a 160 pasajeros del vuelo, la mayor¨ªa sudaneses. Sin embargo, el final feliz fue atribuido por el ministro del Interior brit¨¢nico, Michael Howard, a la pericia de las fuerzas de seguridad, que actuaron, a su juicio, "en la mejor tradici¨®n de la polic¨ªa brit¨¢nica".

No obstante, tras el registro del avi¨®n, ya completamente vac¨ªo, se pudo comprobar que las armas y los explosivos de los secuestradores eran inofensivas falsificaciones. El destino del vuelo SUB- 150 era inicialmente Amm¨¢n, pero apenas 20 minutos despu¨¦s de despegar del aeropuerto de Jart¨²m, los secuestradores se hicieron con el control del aparato y exigieron al piloto emprender rumbo a Londres. La escasez de carburante oblig¨® a un aterrizaje imprevisto en Larnaca (Chipre), donde la polic¨ªa local opt¨® por atender la demanda de los supuestos terroristas, quienes se negaron airadamente a poner en libertad a las mujeres y los ni?os a cambio de combustible.

Pese a las noticias inquietantes procedentes de la capital chipriota, donde uno de los exasperados secuestradores lleg¨® a amenazar con volar el aparato si no se les autorizaba a repostar, pronto se comprob¨® que no se trataba de terroristas internacionales. Pese a la extrema reserva policial, John Burrow, responsable de la polic¨ªa de Essex que logr¨® por fin desarticular el secuestro, reconoci¨® ante los periodistas que m¨¢s que violentos activistas pol¨ªticos, los captores del Aerob¨²s sudan¨¦s eran "personas en busca de una nueva vida".

El objetivo de asilo pol¨ªtico se presenta complicado para los siete iraqu¨ªes. Malcolm Rifkind, ministro de Exteriores, conden¨® " sin reservas" el secuestro desde Pakist¨¢n, donde se encuentra en visita oficial, mientras varios parlamentarios conservadores reclamaban mano dura con los secuestradores

Espantoso delito

David Howell, presidente del Comit¨¦ de Exteriores de la C¨¢mara de los Comunes, declar¨® que Londres no debe conceder asilo a los autores del asalto del Aerob¨²s sudan¨¦s. "Es un espantoso delito que muchas veces causa muertes y los secuestradores deben ser tratados con la m¨¢xima severidad".Sin embargo, las opiniones est¨¢n divididas. Chris Randall, portavoz de una asociaci¨®n que se ocupa de los aspectos legales de la inmigraci¨®n, consideraba ayer que, con independencia del delito cometido en suelo brit¨¢nico, por el que podr¨ªan ser condenados a cadena perpetua, los siete secuestradores iraqu¨ªes tienen derecho a reclamar asilo pol¨ªtico.