Duelo de monstruos

La Mostra presenci¨® ayer un duelo entre dos monstruos cincuentones del cine norteamericano. Fue necesario aclararles, entre risas, el significado cari?oso y admirativo de "monstruos", que en ingl¨¦s tiene un sentido muy diferente. ?C¨®mo se sienten dos mitos del cine trabajando juntos en Sleepers? "Muy duro", replica Dustin Hoffman, "yo no volver¨¦ a trabajar con ¨¦l. "Por lo menos podr¨ªa aprenderse el papel, le contesta Robert de Niro. Y agrega: "Para nuestra pr¨®xima pel¨ªcula estamos buscando una historia en la que yo interprete el papel de hijo y Dustin sea mi padre".Entre todas las estrellas de Hollywood, De Niro representa la esencia del actor como m¨¢scara, como identificaci¨®n absoluta e imprevisible mutaci¨®n. Sobre ¨¦l han surgido muchas leyendas: su meticulosidad, su preparaci¨®n casi mani¨¢tica y el clima de concentraci¨®n absoluta que impone durante el rodaje. El actor prodiga los excesos, que le permiten encarnar personajes de gran violencia o de extrema bondad, pero siempre her¨®icos. "A mi personaje de cura en Sleepers me permit¨ª darle toques de complejidad, atrapado entre la justicia de los hombres y la de Dios", agrega De Niro con su tono reservado pero cort¨¦s.

Bajito y con su humor radiante, Dustin Hoffman se ha identificado siempre con la figura del hombre com¨²n, debido quiz¨¢ a los m¨²ltiples complejos de inferioridad generados por su estatura y su infancia poco feliz. Sus compa?eros lo acusan de ser un perfeccionista obsesivo: "Para m¨ª el perfeccionismo es una virtud. Cuando trabajo no salgo por la noche, y durante las pausas permanezco en el set para no perder la concentraci¨®n".

Contra la violencia

Hoffman interpreta a un abogado alcoh¨®lico que defiende a dos j¨®venes acusados de homicidio. "Es el papel de un ganador", dice. Pero Hoffman sostiene que se encuentra muy a gusto haciendo de perdedor: "Los actores somos perdedores natos. Si hacemos el papel de camarero y no enamoramos de una chica, e padre nos ver¨¢ como perdedores. Pero nosotros no no sentimos as¨ª".El actor lanz¨® un nuevo alegato contra la violencia e el cine y en la calle y cargo contra el sistema penitenciario norteamericano. "Si la violencia es gratuita en el cine, s¨®lo generar¨¢ m¨¢s violencia, sobre todo en los ni?os que no tienen modelos adultos en los cuales inspirarse. Pero esto no sucede s¨®lo en la pantalla, sino tambi¨¦n en la realidad. Las agresiones contra la infancia aumentan d¨ªa a d¨ªa. Si entran en un reformatorio, se convierten de aprendices de criminales en delincuentes maduros. Es un infierno y nosotros fingimos no verlo".