82 premios Nobel piden en Estocolmo el fin de la explotaci¨®n sexual infantil
Termina el I Congreso contra el abuso sexual de los ni?os con desgarradores testimonios
Un total de 82 laureados con el Premio Nobel lanzaron ayer en Estocolmo un llamamiento para "poner fin al sacrificio de los miembros m¨¢s vulnerables de la sociedad, los ni?os, en beneficio del placer sexual y del provecho comercial de los adultos". Tal llamamiento fue parte del cierre del I Congreso Mundial contra la Explotaci¨®n Sexual Infantil, que en sus ¨²ltimas jornadas ha contado con escalofriantes relatos de v¨ªctimas. La Reina Silvia, que recientemente critic¨® la suavidad de las leyes suecas sobre pornograf¨ªa infantil, pidi¨® una acci¨®n global para rescatar a los ?i?os de la esclavitud sexual.
Si el congreso comenz¨® con un minuto de silencio en recuerdo de las v¨ªctimas de este antiguo azote que ha irrumpido bajo nuevas formas en nuestros d¨ªas, su clausura, cinco d¨ªas despu¨¦s, tuvo lugar bajo el signo de la esperanza. "En estos pocos d¨ªas", expres¨® la Reina Silvia de Suecia en la ceremonia final, "se ha logrado mucho. Pero lo m¨¢s importante queda por hacer. Cuando cada uno de vosotros regrese a vuestro pa¨ªs deber¨¢ asumir la tarea de insuflar vida a lo que aqu¨ª se ha decidido, con un prop¨®sito muy claro: el de que la explotaci¨®n sexual de los ni?os no ser¨¢ tolerada". "Por primera vez", agreg¨® la Reina, "este comercio atroz ha sido centro del inter¨¦s mundial y desde ahora en adelante estar¨¢ en la mesa de la pol¨ªtica internacional".Ochenta y dos premios Nobel firmaron una peque?a declaraci¨®n en la que consideran "inaceptable que se comercie con los ni?os" y piden que los 126 pa¨ªses reunidos pongan inmediatamente en marcha medidas concretas acordes con el plan de acci¨®n aprobado en Estocolmo.
Entre los firmantes figuran premios de la Paz, como Aung San Suu Kyi, Oscar Arias, Mijail Gorbachov, Elie Wiesel, Desmond Tutu, Adolfo P¨¦rez Esquivel y Mairead Maguire. Hay alg¨²n Nobel de Literatura, como Claude Simon, y la mayor¨ªa de los Nobel de Medicina, Qu¨ªmica, F¨ªsica y Econom¨ªa.
Ayer todav¨ªa se o¨ªan los ecos de la mesa redonda de la noche del viernes, en la que 22 j¨®venes de 14 a 18 a?os procedentes de ocho pa¨ªses (Filipinas, Jap¨®n, Ghana, Brasil, EE UU, Rumania, Noruega y Suecia) expusieron sus puntos de vista, siempre esc¨¦pticos, y explicaron su terrible situaci¨®n. "Tenemos dudas de la sinceridad de los Gobiernos, de sus informes, de sus intenciones y pedimos acciones m¨¢s concretas", dijo Vera, una joven filipina.
Castigar a los padres
In¨¦s, una adolescente de Brasil, relat¨® la terrible situaci¨®n de ella y su hermana, acosadas ambas por su padre. Ella ha tenido que vivir en la calle y se mostr¨® irritada. "?Qui¨¦n va a castigar a los padres?", pregunt¨®. "La violencia dentro de casa es el problema principal. Hace falta rehacer la estructura familiar, poner fin al sistema patriarcal. Dar a los ni?os una verdadera familia".El drama de las ni?as belgas no es sustancialmente distinto al de In¨¦s o Laudijane, meninas da rua de R¨ªo de Janeiro, o la muchacha campesina de Nepal vendida a un burdel en la India. Pero los marcos de referencia son muy diferentes.
La historia de Leandro, un chico brasile?o de 18 a?os que fue recuperado de la calle por la organizaci¨®n femenina Colectivo Mujer Vida, es ilustrativa. Leandro cont¨® ante un grupo de congresistas su experiencia cuando fue a la oficina de polic¨ªa a solicitar el pasaporte para viajar a Suecia. Vistos sus antecedentes, le insultaron y le negaron el documento. Pero Leandro no se amilan¨® y recurri¨® al fiscal del Estado. Este no s¨®lo le otorg¨® el pasaporte, sino que orden¨® una investigaci¨®n sobre la conducta del agente policial. Cuando Leandro fue a retirar el pasaporte, el polic¨ªa, que tampoco parec¨ªa muy impresionado por la orden de la justicia de investigarlo le dio un "consejo de amigo". "Si no retiras la denuncia que has hecho contra m¨ª, te voy a hacer la boleta [matar] tan pronto vuelvas y te vea en la ciudad".
Un grupo de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de Suram¨¦rica, que junto al sureste asi¨¢tico es foco principal de explotaci¨®n infantil, alab¨® ayer la realizaci¨®n del congreso, pero present¨® una moci¨®n criticando el hecho de que no se hayan se?alado las causas de este fen¨®meno, cuyo recrudecimiento achacan a los ajustes econ¨®micos de las pol¨ªticas neo-liberales.
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