La pol¨ªtica de la piqueta
Un proyecto que respeta la historia de Madrid es una tribuna escrita por J. I. Echevarr¨ªa, alcalde de Madrid en funciones en el mes de agosto, en la que intenta explicar las razones que han llevado a los responsables del PP en el Ayuntamiento y la Comunidad a destruir los restos arqueol¨®gicos encontrados en la plaza de Oriente. En ¨¦l se apunta que fue Jos¨¦ Bonaparte el responsable del derribo de la Casa del Tesoro, pero no se aclara la interrogante de qui¨¦n es el responsable de su segundo derribo: Jos¨¦ Mar¨ªa Alvarez del Manzano o Alberto Ruiz-Gallard¨®n. La respuesta es sencilla. Fueron los dos. O sea, una f¨¢cil ecuaci¨®n, ahora que estamos en -los ex¨¢menes de septiembre, JMAM + ARG = Jos¨¦ Bonaparte II. Lo que -tambi¨¦n es bien cierto es que los madrile?os nunca podremos ver estos restos.
No parece que el Gobierno de Ruiz-Gallard¨®n est¨¦ especialmente acertado en sus pol¨ªticas culturales. Los restos arqueol¨®gicos destruidos con la autorizaci¨®n de la Comunidad, muestran, una vez m¨¢s, sus dificultades no ya para aplicar su programa electoral, sino para ejercer con plenitud y incondicionantes extra?os sus responsabilidades. Todo indica que, en este caso, la Comunidad ha actuado como furg¨®n de cola del Gobierno municipal de ?lvarez del Manzano. Tal y como declar¨® el consejero de Educaci¨®n y Cultura, parece que el fondo del asunto no es otro que evitar que el gasto de- las obras de la "operaci¨®n plaza de Oriente" no se eleve sobre lo previsto y se mantengan intactas las expectativas de beneficio. No olvidemos que se trata de una operaci¨®n de m¨¢s de 4.000 millones, cuya utilidad social y urbana es m¨¢s que dudosa. La raz¨®n especulativa se ha impuesto y se ha preferido tirar por la calle de en medio haciendo desaparecer, con el asentimiento de la Direcci¨®n General del Patrimonio Cultural de la Comunidad, lo que posiblemente eran importantes restos arqueol¨®gicos del Madrid del siglo XVII.
De nada. ha servido que la Asamblea de Madrid, hace casi cuatro a?os, aprobara una proposici¨®n no de ley para garantizar la no destrucci¨®n, de restos valiosos. Las excavadoras han actuado con estivalidad y, por decisi¨®n de quienes, paradojas de la vida, suelen definirse pol¨ªticamente con el marchamo de conservadores. Y lo han hecho en pleno agosto.
Cuando el Grupo Socialista ha pedido responsabilidades pol¨ªticas por el desastre se ha dado la callada por respuesta o se han utilizado argumentos falsos -y rayanos en la calumnia- como acusar al anterior Gobierno regional de haber destruido la mayor parte de la Casa del Tesoro, o afirmar, sin ning¨²n fundamento, que se hab¨ªa tenido en cuenta un tercer informe t¨¦cnico (el de don Luis Mora, Figueroa) favorable a la destrucci¨®n, extremo que fue desmentido en menos de 24 horas por el propio autor.
En este asunto como en tantos otros, el PP ha optado por la pol¨ªtica de los hechos consumados. ?Por qu¨¦ no se convoc¨® a la comisi¨®n mixta Comunidad-Ayuntamiento para analizar los restos y las medidas a tomar? ?C¨®mo es posible que el Gobierno regional, ante dos informes contradictorios, no pidiera el correspondiente dictamen a cualquiera de las instituciones consultivas - Universidades, CSIC, Real Academia de Bellas Artes... -previstas en la Ley del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol, y autorizara la destrucci¨®n con tanta urgencia?
La realidad no ha sido otra que la "pol¨ªtica de la piqueta".
Y los dict¨¢menes que se deber¨ªan haber pedido desde la Consejer¨ªa de, Educaci¨®n y Cultura los ha solicitado, ahora, la Fiscal¨ªa. Cuando "desfacer" el entuerto es poco menos que imposible. Una vez m¨¢s, el Gobierno del se?or Ruiz-Gallard¨®n ha mostrado sus debilidades. Los intereses especulativos han primado sobre, la pol¨ªtica cultural respetuosa con nuestra historia. Una muy mala noticia en el a?o en que celebramos el 250? aniversario del nacimiento de Goya y de la que el presidente y el consejero habr¨¢n de responder ante la Asamblea de Madrid, ante los madrile?os.
Jaime Lissavetzky es portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea y fue consejero de Educaci¨®n y Cultura hasta junio de 1995.
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