"A la Iglesia le sobra miedo al Evangelio"
Jon Sobrino, 55 a?os, vasco, jesuita en El Salvador, tiene siempre presentes a los m¨¢rtires. No en vano trabajaba codo con codo con Ellacur¨ªa y los otros siete compa?eros asesinados por la ultraderecha de ese pa¨ªs en 1989; no en vano respira el mismo aire que otro asesinado monse?or Romero. Los m¨¢rtires, para Sobrino, permiten mantener la fe en una Iglesia que no siempre se remanga en ayuda de los pobres. Sobrino participa en Madrid en el Congreso de Teolog¨ªa y hoy habla sobre Mensaje y praxis de Jes¨²s en la teolog¨ªa de la liberaci¨®n.Pregunta. Usted ha recibido los palos de rigor como te¨®logo de la liberaci¨®n. ?A¨²n le ve posibilidades a la Iglesia?
Respuesta. Estoy en el congreso porque creo en la evangelizaci¨®n. La evangelizaci¨®n es dar una buena noticia, que no es lo mismo que una noticia tranquilizadora. Lo que dijo Jes¨²s, bien mirado, es una locura: que los pobres, por serlo, se alegren. La tele y los pol¨ªticos no dicen cosas as¨ª. No dicen lo que dijo Cristo: que si queremos vivir, hay que olvidar el ego¨ªsmo. Para decir eso, hay que tener credibilidad.
P. ?La Iglesia la tiene?
R. A la Iglesia le falta chispa y le sobra organigrama, control; le sobra miedo al Evangelio. Pero no s¨®lo a la Iglesia. A ver qu¨¦ partido pol¨ªtico del mundo rico dice que hay que bajar el nivel econ¨®mico para elevar el del Tercer Mundo. A ver qu¨¦ medio de comunicaci¨®n repite, hasta que quede claro, el dato aportado hace dos meses por la ONU: 360 personas tienen la mitad de la riqueza del mundo. Pero lo que ocurre es que a la Iglesia hay que pedirle credibilidad.
P. Pero usted vive en una zona donde la credibilidad cuesta sangre.
R. S¨ª, en El Salvador todo es muy duro. Pero la gente saca energ¨ªa de la vida misma. No tienen precisamente el problema de qu¨¦ hacer en las vacaciones. La energ¨ªa procede del deseo de unirse a los pobres, y de los m¨¢rtires, que no eran gente que vivi¨® en la antig¨¹edad, sino de carne y hueso, abogados, periodistas, personas del pueblo, y gracias a Dios tambi¨¦n los hab¨ªa curas y monjas. Los m¨¢rtires explican mejor que los libros de teolog¨ªa qui¨¦n fue Jes¨²s. Eran gente de bondad. Nos empujan a seguir trabajando. En El Salvador lo ¨²nico que tenemos es. energ¨ªa, aparte del caf¨¦. Y del caf¨¦, la verdad, el precio lo ponen en Londres.
P. En Centroam¨¦rica hay una guerra entre la Iglesia Cat¨®lica y las protestantes, y proliferan las sectas. ?Ad¨®nde va esa contienda?
R. Bueno, a m¨ª las sectas no me gustan, pero comprendo a la gente que busca consuelo. Sin duda EE UU las activ¨® para imbuir una especie de teolog¨ªa del capitalismo. El objetivo era volver alienante la, religiosidad popular, porque ve¨ªan un peligro en el esp¨ªritu de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n. Pero la Iglesia Cat¨®lica tiene su responsabilidad, porque no ha sabido responder a la necesidad religiosa de las mayor¨ªas y ha hecho un discurso muy doctrinal. Tuvo su oportunidad: las comunidades de base, donde hab¨ªa pobres y laicos. Esa ser¨ªa mi ilusi¨®n: que todas las potencialidades eclesiales se volcasen en los pobres, que son la fuente de la vida.
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