Un desastre

Pe?ato / Litri, Jesul¨ªn, Tato

Toros de Mart¨ªn Pe?ato (dos devueltos por inv¨¢lidos) anovillados (5? de aceptable presencia), sospechosos de pitones, mansos con genio. 5? con peligro. 1? y 4?, sobreros de Mercedes P¨¦rez Tabernero, anovillados, sospechosos, manejables.

Litri: ovaci¨®n y salida al tercio; dos orejas. Sali¨® en hombros.

Jesul¨ªn de Ubrique: aviso con retraso y algunos pitos; aviso con retraso y silencio. El Tato: oreja protestada; silencio.

Plaza de San Mart¨ªn de Valdeiglesias. 10 de septiembre. Segunda corrida de feria. Media entrada.

Dos horas y media largas sentados en un tendido son muchas horas. Pero si en tan dilatado festejo ocurren un mont¨®n de cosas y todas malas, incluido el regalo de orejas a voleo, entonces el asunto se convierte en alevosa tortura.La corrida empez¨® ya torcida cuando el primer toro fue devuelto al corral. Gracias a la intervenci¨®n de El Mangui, que se lo llev¨® a punta de capote desde el callej¨®n, no estamos todav¨ªa en la plaza, porque el cabestrero era una calamidad. El n¨²mero se repiti¨® con el cuarto. Entre El Mangui, dirigiendo a los bueyes, y Juan Montiel, con el capote, consiguieron devolver a la res a los corrales.

Con los sobreros, Litri consigui¨® las ¨²nicas ovaciones, con dos faenas muy similares. Un porr¨®n de trapazos, alg¨²n enganch¨®n que otro, los ya habituales desarmes en los trasteos del onubense. Pinchazo primero dos veces y, al matar de una aceptable estocada al cuarto, consigui¨® el doble trofeo, aunque el segundo ap¨¦ndice fue un regalito.

M¨¢s dadivoso estuvo el presidente con El Tato. ?l concedi¨® la oreja del tercero, cuando apenas la ped¨ªan cuatro moqueros. El torero se hab¨ªa puesto feo en su labor, con esa horrorosa postura encorvada que tanto se lleva. A ello se a?adi¨® el encimismo y la p¨¦sima colocaci¨®n y como el toro era incierto y distra¨ªdo, la faena result¨® un desastre m¨¢s. En el ¨²ltimo, un toro peligroso, abrevi¨® con un macheteo por la cara.

Los desprop¨®sitos de la corrida los culmin¨® Jesul¨ªn. Con el peor lote anduvo ab¨²lico y desganado, sin saber qu¨¦ hacer. La labor la remataron su mozo de espadas y los miembros de su cuadrilla, que se pelearon en el patio de caballos con un aficionado.