Perry anuncia un ataque "desproporcionado" contra Irak porque EE UU no est¨¢ jugando
. Washington Estados Unidos prepara un ataque "para muy pronto" y "desproporcionado" contra Irak. As¨ª lo anunci¨® ayer el secretario norteamericano de Defensa, William Perry, en respuesta al disparo de misiles que ayer realiz¨® la defensa antia¨¦rea iraqu¨ª. Ser¨¢ tambi¨¦n una represalia por las ¨²ltimas escaramuzas militares protagonizadas por el Ej¨¦rcito de Sadam Husein dentro de la zona de exclusi¨®n a¨¦rea. Para este bombardeo, que est¨¢ s¨®lo pendiente de la orden del presidente Bill Clinton, han sido movilizados ocho aviones Stealth, con una tecnolog¨ªa que les hace invisibles a los radares, adem¨¢s de misiles de crucero. Su objetivo parece ser debilitar a¨²n m¨¢s las defensas iraqu¨ªes en el sur del pa¨ªs, lejos de la regi¨®n en la que las fuerzas kurdas aliadas de Bagdad derrotaron esta semana a sus rivales. "Pronto sabr¨¢n que no estamos jugando", sentenci¨®, el jefe del Pent¨¢gono.
El presidente Clinton, que ayer advirti¨® al r¨¦gimen iraqu¨ª que no debe "subestimar la determinaci¨®n" estadounidense, tiene sobre su mesa una amplia gama de opciones militares a tomar contra Sadam Husein como castigo por la reconstrucci¨®n de algunas de las instalaciones iraqu¨ªes parcialmente destruidas en los ataques de la pasada semana, as¨ª como en respuesta a los disparos, ayer, de misiles contra aviones norteamericanos que patrullaban la zona de exclusi¨®n a¨¦rea. El presidente a?adi¨® que !u Gobierno har¨¢ "todo lo que sea necesario para proteger" a sus pilotos.
Las fuentes que revelaron esa informaci¨®n, que pidieron mantener el anonimato, indicaron que una de las opciones que se considera es la de un ataque a¨¦reo masivo contra bater¨ªas de misiles m¨®viles y radares que no fueron suficientemente da?ados en los anteriores bombardeos. Esos ataques podr¨ªan producirse, incluso, fuera de la zona de exclusi¨®n a¨¦rea, so7bre la misma capital de Bagdad, para que su efecto disuasorio sea mayor.
Los aviones norteamericanos atacados ayer, seg¨²n el Pent¨¢gono, lo fueron con misiles m¨®viles del tipo SAM-6. Cuando los F-16 estadounidenses quisieron responder, los radares de esas bater¨ªas hab¨ªan sido ya replegados, y los aviones no pudieron encontrar sus blancos. Un ataque con n¨²siles de crucero contra esos objetivos ser¨ªa menos preciso que contra objetivos fijos, por lo que Washington est¨¢ ahora inclin¨¢ndose hacia el uso de aviones, aunque eso sea m¨¢s arriesgado porque se pone en peligro la vida de los pilotos.
Aviones de Nuevo M¨¦xico
Perry, que parec¨ªa muy irritado por el aparente juego del rat¨®n y el gato de los iraqu¨ªes, anunci¨® la movilizaci¨®n de m¨¢s aviones. "La defensa antia¨¦rea est¨¢ jugando a algo y pronto va a ver que nosotros no estamos jugando", advirti¨® el secretario de Defensa. "Nuestra respuesta ser¨¢ desproporcionada con respecto a las provocaciones que nos han hecho".
EE UU traslad¨® ayer ocho ultramodernos F-1 17A Stealth (Invisible) radicados en la base de Holloman, en el Estado de Nuevo M¨¦xico, hacia Kuwait, y otros cinco bombarderos B-52 desde la isla de Guam hasta una base brit¨¢nica en la isla' Diego Garc¨ªa, en el oc¨¦ano ¨ªndico, m¨¢s cerca de la zona de conflicto. Un avi¨®n de ese tipo fue utilizado para disparar misiles Tomahawk contra Irak la pasada semana.
Desde el punto de vista pol¨ªtico, Bill Clinton, que hab¨ªa amenazado con atacar de nuevo si Irak desafiaba la autoridad norteamericana en las zonas de exclusi¨®n, se siente tambi¨¦n obligado a responder para no dejar la impresi¨®n de que Sadam Husein ha terminado ganando el duelo.
Fuentes citadas por la cadena de televisi¨®n CNN dijeron que la l¨ªnea dura dentro de la Administraci¨®n norteamericana est¨¢ a punto de imponerse, y que Clinton podr¨ªa ordenar de forma inminente acciones militares de mayor envergadura que las desencadenadas hasta ahora.
Esas mismas fuentes aseguraron que la Casa Blanca est¨¢ llegando a la conclusi¨®n de que los ataques efectuados hasta ahora no han servido para frenar a Sadam, y que el presidente iraqu¨ª s¨®lo se tomar¨ªa en serio las amenazas si se produce un bombardeo masivo, probablemente incluyendo a Bagdad.
Un ataque de esas caracter¨ªsticas podr¨ªa servir tambi¨¦n para ocultar la frustraci¨®n que ha provocado en Washington la derrota en el norte de Irak de las fuerzas kurdas enemigas de Sadam. A medida que ha ido viendo que su capacidad de influir en los combates en el norte era nula, EE UU ha ido limitando su conflicto con Sadam Husein a la regi¨®n del sur de Irak.
Aunque este rebrote de la tensi¨®n militar en el Golfo comenz¨® como una respuesta por la ofensiva iraqu¨ª contra los kurdos, Washington ha terminado dejando claro que su prop¨®sito no es el de proteger a esa poblaci¨®n, sino evitar el acercamiento del Ej¨¦rcito iraqu¨ª a los campos petrol¨ªferos de Kuwait y Arabia Saud¨ª.
Un nuevo ataque ahora tampoco tendr¨ªa el prop¨®sito de actuar en defensa de los kurdos, sino el de reafirmar la autoridad norteamericana en la zona pr¨®xima a esos campos petrol¨ªferos.
El elemento que m¨¢s hace dudar al presidente Clinton para ordenar el ataque es el poco entusiasmo con el que la pol¨ªtica norteamericana es seguida por sus tradicionales aliados. Tanto Turqu¨ªa como Arabia Saud¨ª han advertido a Washington que no permitir¨¢n el uso de su territorio para el lanzamiento de un nuevo ataque sobre Irak.
Otro aspecto a considerar por Clinton antes de dar el visto bueno a los bombardeos es el de sus efectos en la pol¨ªtica interna. Las acciones de la pasada semana fueron mayoritariamente respaldadas por la opini¨®n p¨²blica norteamericana, seg¨²n las encuestas. Pero la reacci¨®n podr¨ªa no ser la misma tras ataques de mayor escala, en los que podr¨ªa haber bajas estadounidenses.
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