Espa?a y la OTAN

Aunque la secci¨®n de Cartas al director no sea la m¨¢s adecuada para explayarse sobre el tema de la integraci¨®n de Espa?a en la OTAN, no puedo por menos de utilizarla para corregir una afirmaci¨®n contenida en la columna titulada Espa?a aspira a albergar el mando sobre el Estrecho, aparecida en la edici¨®n de EL PA?S del d¨ªa 9 de septiembre de 1996 y firmada por las iniciales M. G.Se dice en la mencionada columna que "Gibraltar y Portugal fueron ya los dos grandes escollos que impidieron al ¨²ltimo Gobierno de UCD llegar a un acuerdo sobre el ingreso de Espa?a en la estructura militar antes de la victoria del PSOE, en octubre de 1992". Eso no es cierto. Las conversaciones que el ¨²ltimo Gobierno de UCD llev¨® con la OTAN para proceder a la integraci¨®n militar de Espa?a en la Alianza se celebraron en tres rondas entre los meses de julio y septiembre de aquel a?o, produciendo resultados forzosamente provisionales que, de haber sido continuados por el Gobierno socialista, hubieran permitido una razonable presencia de Espa?a en la estructura integrada de mandos. Naturalmente, el tiempo de que dispuso el Gobierno de UCD para esas conversaciones no permiti¨® la culminaci¨®n de las mismas. Y el Gobierno socialista primero congel¨® y luego rechaz¨® la integraci¨®n militar.

Ni Portugal ni Gibraltar tuvieron nada que ver con ello. Los portugueses hab¨ªan obtenido de la Alianza compensaciones previas y suficientes para equilibrar la entrada de Espa?a en la Alianza, incluida la estructura integrada. Y es evidente que los ingleses, que entonces ten¨ªan tan poco inter¨¦s como ahora para solucionar el tema de Gibraltar, hicieron lo que los c¨¢nones aconsejaban: esperar a que llegaran al poder unos socialistas que ten¨ªan declarada su voluntad de sacar a Espa?a de la OTAN y adem¨¢s levantar unilateralmente las restricciones que todav¨ªa pesaban sobre las comunicaciones con Gibraltar. Pero tampoco hicieron nada para entorpecer el proceso de integraci¨®n. Constituyen todos ellos detalles m¨¢s o menos balad¨ªes en una perspectiva radicalmente nueva y m¨¢s esperanzada, en la que hasta don Felipe Gonz¨¢lez reconoce que fue un grave error el refer¨¦ndum de 1986.

Pero como entretanto fueron los mismos socialistas los que, en beneficio propio, expandieron la especie de que no hab¨ªa habido integraci¨®n militar porque los dem¨¢s la hab¨ªan dificultado, especie hoy y desgraciadamente ampliamente difundida en medios period¨ªsticos y funcionariales, como viene a demostrar la columna firmada por M. G., conviene recordar la desnudez de los hechos: si Espa?a hoy no est¨¢ integrada en la estructura de mandos de la OTAN es pura y simplemente porque el Gobierno socialista no lo quiso- Presidente de la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados. .