Menese, recuperado

Como es preceptivo, la sesi¨®n inaugural estuvo dedicada a la lectura de informes diversos, tan enfadosos como la rendici¨®n de cuentas del anterior congreso, y a la elecci¨®n de la mesa del congreso actual.Aqu¨ª los congresistas se enzarzaron en reiterativas y no menos engorrosas cuestiones, sobre aspectos reglamentarios y de procedimiento, ya que desde la presidencia de la comisi¨®n hab¨ªa sido propuesta una candidatura cerrada y parece que esto no hab¨ªa ocurrido nunca.

Pero tales controversias son buena parte de la salsa de estos congresos. Al final se produjo la elecci¨®n y todos tan contentos. Ya los horarios previstos, sin embargo, eran pura utop¨ªa y todo el resto de la programaci¨®n fue con m¨¢s retraso que un tren mixto de antes de la guerra..

A las nueve de la noche estaba prevista una recepci¨®n por el presidente de la Diputaci¨®n, en la que ser¨ªa presentado un disco de cantaores sevillanos de principios de siglo, con una selecci¨®n de cantes no reeditados, pero hora y media m¨¢s tarde todav¨ªa no hab¨ªa aparecido ni una cerveza para nadie. El presidente de la Diputaci¨®n no hizo acto de presencia, el disco ni lo vimos ni lo o¨ªmos, y nadie dijo una palabra.

Por lo menos cant¨® Jos¨¦ Menese, como estaba previsto, acompa?ado a la guitarra por Enrique de Melchor y Antonio Carri¨®n. Pero tambi¨¦n al recital llegaron las m¨²ltiples incidencias de la jornada, puesto que estaba previsto al aire libre, en el patio de la Diputaci¨®n, donde se hab¨ªan llegado a hacer pruebas de sonido, cuando un inoportuno chaparr¨®n hizo cambiar los planes r¨¢pidamente y el recital se improvis¨® en una sala cerrada. Al final tuvimos por lo menos una alegr¨ªa: la de comprobar que el gran cantaor de La Puebla de Cazalla est¨¢ perfectamente recuperado de sus graves problemas circulatorios de hace unos meses. Canta muy bien y est¨¢ perfectamente de facultades.