La misteriosa resurrecci¨®n de Esn¨¢ider
Consumi¨® la temporada pasada, la de su aparente regreso triunfal al Real Madrid, casi de vac¨ªo. Juan Eduardo Esn¨¢ider marc¨® un gol, se gan¨® cinco tarjetas amarillas y apenas consigui¨® jugar 882 minutos repartidos en peque?as dosis durante 20 partidos. Parec¨ªa una causa perdida, un futbolista prometedor que, de pronto, se hab¨ªa quedado sin futuro. Un simple cambio de aires, un traspaso al Atl¨¦tico, ha bastado para que en tan s¨®lo cinco partidos oficiales haya reaparecido poderosa la figura de Esn¨¢ider. Suma ya seis goles, se ha integrado a la perfecci¨®n en la estructura del bicampe¨®n, es titular indiscutible y se ha ganado el cari?o de la hinchada. ?Qu¨¦ misterio esconde una resurrecci¨®n tan fulgurante? "La continuidad y la confianza es lo principal", dice el. jugador.Todo comenz¨® cuando Antic, en una de las reuniones de vestuario, record¨® a la plantilla una vieja m¨¢xima que aplica hasta las ¨²lti
mas consecuencias: "Aqu¨ª, el portero y el delantero centro son ¨ªntocables". Molina y Esn¨¢ider tienen el puesto asegurado pase lo que pase, le metan muchos goles al uno o no acierte a marcarlos el otro. Por eso insisti¨® tanto el t¨¦cnico en dar la baja a Penev, a quien, fiel a su teor¨ªa, tambi¨¦n mantuvo de titular el a?o anterior hasta el ¨²ltimo encuentro. No pod¨ªa consentir la distracci¨®n de Esn¨¢ider con un supuesto competidor. "Su continuidad", comenta Antic, "s¨®lo depende de su comportamiento; nunca de si falla o acierta".En el caso de Esn¨¢ider, el relativizar la importancia de los goles es m¨¢s necesaria que en cualquier otro caso. "Es muy emotivo cuando falla", dice el t¨¦cnico, "y le cuesta encontrarse despu¨¦s". Para rematar el proceso de recuperaci¨®n del jugador, Antic, como ya hizo con Kiko el curso pasado, le llen¨® de instrucciones para que participara constantemente en el juego: "As¨ª es m¨¢s dif¨ªcil que un
futbolista, al que necesitamos fresco en el momento decisivo, se salga del partido".Pero lo curioso es que Esn¨¢ider no s¨®lo est¨¢ marcando goles, sino que ya no discute con el ¨¢rbitro, ni entra en conflictos con jugadores. Antes estaba siempre el borde de la expulsi¨®n, ahora no. "No quiero sentirme ya ganador", avisa Antic, "pero s¨ª, est¨¢ claro que Esn¨¢ider no se est¨¢ saliendo del partido por una decisi¨®n arbitral, ni por una entrada del rival. Est¨¢ muy concentrado en lo suyo".
Jorge Valdano, entrenador del Madrid en la pasada temporada, la de la ca¨ªda en picado de Esn¨¢ider, tambi¨¦n encuentra explicaci¨®n a su fulgurante resurrecci¨®n futbolista: "En el Atl¨¦tico su llegada coincide con la marcha de Penev. Encontr¨® un lugar seguro. Eri el Madrid, ten¨ªa que luchar contra los treintaitantos goles de Zamorano. Eso le da el lujo de la serenidad". "En el Madrid", a?ade, "tambi¨¦n le cost¨® encontrar el gol y eso le hac¨ªa jugar con una ansiedad que siempre resulta nociva. 'y adem¨¢s lleg¨® a un Madrid que tuvo problemas colectivos desde la pretemporada y eso penaliz¨® contra los jugadores nuevos. Tambi¨¦n le pas¨® a Rinc¨®n. En cambio en el Atl¨¦tico las frustraciones s toman con m¨¢s calma y no se corvierten en cat¨¢strofes".
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