Bochco cambia totalmente su 'Murder One'

Mediados de octubre en la cadena americana ABC es la fecha prevista para el retorno de Murder One, no sin antes haber pasado por quir¨®fano y sufrir profundos cambios en reparto y en estructura. Una excepci¨®n a la regla, porque lo habitual es el continuismo de una temporada a otra. De momento Murder One, la serie por la que apost¨® Tele 5 la temporada pasada, ha apeado a Daniel Benzali (el abogado Hoffman), adem¨¢s de Stanley Tucci (el perverso) y Jason Gedrick (el falso culpable).Al refinado Benzali lo sustituye el m¨¢s ordinary people actor australiano Anthony La Paglia. Tanto por la necesidad de cambiar el perfil del protagonista -menos paternal- y tambi¨¦n por las cifras que reclamar¨ªan actores con m¨¢s cach¨¦ como Alan Alda o Danny Glover, preferidos en un principio. Pero la definitiva metamorfosis es la de la estructura de la serie.

El ¨²nico caso considerado para la temporada entera -?qui¨¦n mat¨® a Jessica Costello?- ha sido descartado. Los res¨²menes al principio de cada episodio se hac¨ªan enojosamente largos. Ahora, en esta segunda parte, y si no hay m¨¢s cambios, se abordar¨¢n tres diferentes historias. Pero no de forma paralela. La primera se alarga r¨¢ en torno a los ocho episodios, seguida por una m¨¢s corta de m¨¢s o menos cuatro entregas, y la tercera, para lo que queda.

(La cadena ABC est¨¢ pagando 130 millones de pesetas por episodio y ha apostado por la continuaci¨®n a pesar de los pocos espectaculares resultados de audiencia. Hay que recordar que Murder One fue r¨¦cord de ventas en los mercados internacionales. (Tambi¨¦n en Espa?a el n¨²mero de espectadores fue discreto).

Murder One no es la ¨²nica serie de Bochco que sufrir¨¢ retoques. la nueva comedia del creador de Canci¨®n triste de Hill Street, Public Morals, tendr¨¢ que cortar algunas de las l¨ªneas que puso en boca de sus personajes en el piloto y que dispararon la alarma en la cadena (la CBS) y anunciantes.

Dentro de la pol¨¦mica que ha suscitado el lenguaje realista de la nueva serie, cabe se?alar los 12 zorras y el pelot¨®n de co?os que pueden o¨ªrse en el piloto. Los problemas de Bochco con la censura son end¨¦micos, pero muy rentables para el trabajo de promoci¨®n de la serie.