El Gobierno aplaza el cobro de las recetas m¨¦dicas y traspasa la decisi¨®n al Parlamento
Marcha atr¨¢s, de momento. El pol¨¦mico cobro de una tasa de 100 pesetas por receta m¨¦dica no ir¨¢ en los Presupuestos del a?o que viene. El vicepresidente segundo y ministro de Econom¨ªa, Rodrigo, Rato, explic¨® ayer que debe ser un debate de "toda la sociedad", y que "la financiaci¨®n de la sanidad no entra en la pol¨ªtica presupuestaria" pese a ser uno de sus principales problemas. La intenci¨®n del Gobierno es que sea la ponencia creada en el Congreso la que haga propuestas al respecto. Por otra parte, Rato pidi¨® moderaci¨®n salarial y dijo que el contexto es positivo para que bajen los tipos de inter¨¦s. Sin embargo, el Banco de Espa?a decidi¨® ayer mantener en el 1,25% el precio oficial del dinero.
Aunque con algunos circunloquios, Rodrigo Rato dio ayer a entender que el Gobierno no est¨¢ dispuesto a asumir en solitario el coste pol¨ªtico que supone una medida tan impopular y complicada de llevar a la pr¨¢ctica como es el cobro de una tasa por las recetas m¨¦dicas que expide la sanidad p¨²blica. De esta forma, la ¨²nica entre las propuestas imaginativas lanzadas por el Gobierno en las ¨²ltimas semanas que ten¨ªa visos de estar meditada, se ha ca¨ªdo de momento. Igual ha ocurrido con el peaje para las autov¨ªas o el canon del agua y, probablemente, con la tasa para los seguros de riesgo.La posici¨®n de vicepresidente y ministro de Econom¨ªa es que "toda la sociedad debe plantearse cu¨¢l es el futuro de la financiaci¨®n de la sanidad p¨²blica, universal y gratuita" y contemplar "si los esfuerzos que puede hacer la Administraci¨®n central son suficientes para lo que los ciudadanos demandan". Ahora es el momento de que ese debate se produzca, a?adi¨® Rato, ya que el actual modelo de financiaci¨®n de la sanidad concluye en diciembre del a?o 1997.
A tal efecto, el pasado mes de junio se form¨® en el Congreso una ponencia encargada de hacer propuestas. Se reuni¨® por primera vez el pasado martes y sac¨® una primera conclusi¨®n: que el Gobierno no debe tomar medidas unilaterales y que la reforma del modelo se plantear¨¢ como un todo, no con parches. A juzgar por la posici¨®n expresada ayer por Rato, el Gobierno ha recogido el guante y no piensa incluir en los Presupuestos del a?o que viene la tasa por recetas m¨¦dicas. La ¨²nica posibilidad al respecto es que la ponencia acelere mucho sus trabajos, lo cual no parece probable para un problema a¨²n de mayor envergadura que el de las pensiones: el Pacto de Toledo tard¨® un a?o en cuajar y ahora empieza a concretarse.
Coste pol¨ªtico compartido
El vicepresidente dej¨® claro que una cosa es el Presupuesto y otra la financiaci¨®n de la Sanidad. La importancia de esta diferencia reside en que el Gobierno s¨®lo se siente comprometido a aumentar un 6% el gasto en Sanidad el a?o que viene, en buscar acuerdos con Farmaindustria para reducir precios y en un mayor control del gasto. Lo dem¨¢s, es decir, buscar ahorros o ingresos adicionales con medidas como el pago de una tasa por recetas beneficiar¨ªa a la Administraci¨®n central, pero tambi¨¦n a las autonom¨ªas que tienen transferido el Insalud (Pa¨ªs Vasco, Navarra, Galicia, Catalu?a, Andaluc¨ªa, Valencia y Canarias).Estas autonom¨ªas, en las que gobiernan todos los socios pol¨ªticos del Ejecutivo -PNV, Coalici¨®n Canaria y CiU, adem¨¢s del propio PP y el PSOE- tienen asegurado como transferencia por Sanidad un incremento del 6%. Pero si se implican pol¨ªticamente en la decisi¨®n de cobrar por las recetas, se beneficiar¨ªan tambi¨¦n de estos ingresos adicionales. De aqu¨ª que el Gobierno se haya planteado el por qu¨¦ de asumir esta medida impopular en solitario cuando los beneficiados son todos.
?rdago a CiU
El cambio de estrategia del Gobierno supone tambi¨¦n echar un ¨®rdago a su socio m¨¢s preciado, CiU, que exig¨ªa como condici¨®n para aprobar los Presupuestos mayor financiaci¨®n para la sanidad. Si lo acepta -no parece f¨¢cil que CiU vaya a dejar a dos Gobiernos seguidos en la estacada por los Presupuestos-, tendr¨¢ que ser uno m¨¢s en la negociaci¨®n que se abre a todo el arco parlamentario. Este plante del Gobierno se a?ade al recurso presentado d¨ªas atr¨¢s contra las normas fiscales vascas que le ha enfrentado al PNV.El Gobierno prosigui¨® el debate de los Presupuestos y reiter¨® que el gasto crecer¨¢ por debajo de la inflaci¨®n prevista (2,6%). Rato afirm¨® que esta pol¨ªtica de rigor en el gasto, el cumplimiento de los criterios de convergencia al respecto, junto con la moderaci¨®n salarial, la reducci¨®n de precios administrados y la tendencia a la baja de la inflaci¨®n crean un marco positivo para el descenso de los tipos de inter¨¦s. Pese a ello, el Banco de Espa?a decidi¨® ayer mantener en el 7,25% el precio oficial del dinero.
Restricci¨®n al gasto, con excepciones
Aunque a ¨²ltima hora surgieron dudas, el Gobierno aprob¨® ayer finalmente el proyecto de ley sobre disciplina presupuestaria. Las normas son muy estrictas pero dejan alg¨²n peque?o margen sobre todo para el Ministerio de Fomento y para los gastos de personal. Se trata de una modificaci¨®n parcial de la Ley General Presupuestaria, la de Contratos del Estado y la de Expropiaci¨®n Forzosa que quiere evitar nuevos desfases presupuestarios como el de 721.000 millones de pesetas heredado del anterior Gobierno.El proyecto, que tendr¨¢ que ser aprobado por el Parlamento, establece que los gastos destinados a partidas como el pago de los recibos de la luz o el tel¨¦fono (gastos corrientes) no pueden ser utilizados para conceptos distintos. Se?ala que no podr¨¢n trasladarse a ejercicios futuros obligaciones reconocidas (cuando se entrega por ejemplo una obra contratada por el Estado) con la excepci¨®n de los gastos de personal. Los anticipos de fondos que se concedan en un ejercicio deber¨¢n ser cancelados (cubiertos) en el mismo a?o con la excepci¨®n de los fondos de la UE. Los pagos plurianuales, por ejemplo para una obra que dure varios ejercicios, tendr¨¢n que ser expresamente permitidos por una ley.
En las expropiaciones, habr¨¢ que efectuar una retenci¨®n de cr¨¦dito (contar con que hay que pagarla), si bien cuando ¨¦sta se produzca en los ¨²ltimos meses del a?o la obligaci¨®n se podr¨¢ trasladar al ejercicio siguiente. Cuando se trate de obras en curso, cualquier modificaci¨®n y su incidencia presupuestaria deber¨¢ contabilizarse en seis meses como m¨¢ximo. Por ¨²ltimo, cualquier obligaci¨®n reconocida en el mes de enero podr¨¢ formar parte del Presupuesto del a?o anterior siempre que corresponda a gastos de ese a?o previo.
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