El toro despertador
Dos horas de tedio era mucho tedio. Pero he aqu¨ª que sali¨® el toro que cerraba plaza, de nombre Triunfal. Parec¨ªa dormido, como los espectadores. Hizo cosas de manso, parec¨ªa rehuir la pelea. Pero salieron los piqueros y el toro pareci¨® transformarse. Apretando con fijeza y poder, se durmi¨® debajo del peto durante un puyazo que parec¨ªa no tener fin. Despert¨® el toro y despert¨® el p¨²blico. Y el Piquero aguant¨® como pudo el vendaval. El presidente tambi¨¦n estuvo en su sitio porque, atendiendo a lo previsto reglamentariamente, puso en pr¨¢ctica el caso excepcional de cambiar de tercio con una sola vara, pero ?qu¨¦ vara! Hasta hubo quien crey¨® que el animal casi se hab¨ªa dejado la vida en el envite. Tremendo error. Se arranc¨® como un tren en banderillas y Curro Molina lo pare¨® guapamente. El tal Triunfal lleg¨® al ¨²ltimo tercio con bastantes viajes aprovechables y Domingo Valderrama s¨®lo lo aprovech¨® a medias, destacando en dos excelentes series con la diestra en los medios. El toro se vino un poco abajo y Valderrama ahog¨® las embestidas y, entonces, estuvo m¨¢s pendiente, de torear al p¨²blico que al astado. Acab¨® de un pinchazo y una estocada desprendida y, como hab¨ªa habido emoci¨®n, dio la ¨²nica vuelta al ruedo de la tarde. Mostr¨® tambi¨¦n decisi¨®n en el tercero, que dobl¨® las manos varias veces, pero estuvo muchas veces fuera de cacho y se jale¨® excesivamente a s¨ª mismo.Emilio Silvera tuvo un lote muy deslucido, pero mostr¨® oficio y saber estar, aunque alargase en exceso las faenas y estuviese desacertado a la hora de matar al cuarto.En cuanto a Sergio S¨¢nchez, que banderille¨® a sus dos toros (mejor en el quinto que en el segundo), estuvo voluntarioso con su primero y no supo qu¨¦ hacer con el muy manso sobrero, al que no consigui¨® sujetar en ning¨²n momento, pero al que, despu¨¦s de tres pinchazos, propin¨® una excelente estocada.
Albaserrada / Silvera, S¨¢nchez, Valderrama
Cinco toros del Marqu¨¦s de Albaserrada, cumplidores en varas, pero deslucidos para los de a pie, excepto el 6?, 5?, sobrero de Ernesto Louro, manso. Emilio Silvera, nuevo en esta plaza: aviso y silencio; dos avisos y silencio. Sergio S¨¢nchez:, silencio y palmas. Domingo Valderrama: silencio y vuelta al ruedo. Plaza Monumental. 15 de septiembre. Un cuarto de entrada.
Todav¨ªa estaba el p¨²blico sumido en el tedio m¨¢s intenso. Minutos despu¨¦s, Triunfal despertar¨ªa a todo el mundo.
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