Jos¨¦ V. Pascual novela en tomo al tango,"met¨¢fora de la dignidad"
"Un largo tango en prosa". As¨ª define Jos¨¦ Vicente Pascual (Madrid, 1956) su cuarta novela, Palermo de cuchillo, premio Alfonso XII de 1995, que ayer present¨® Ediciones B. Seg¨²n su autor, la obra es a la vez "una reflexi¨®n sobre la necesidad de tomar decisiones, eso tan molesto que nos aleja m¨¢s que ninguna otra cosa de los animales", y "la historia de dos perdedores irremisibles, de dos vidas hechas de renuncias forzosas y pasiones arrabaleras, como las que describen los tangos".Los protagonistasde la novela, a?ade Pascual, "pierden pero lo hacen con la dignidad que proclaman los textos del g¨¦nero musical m¨¢s po¨¦tico del mundo". El tan90, dice el autor, lo cubre todo, "es una met¨¢fora perfecta sobre la dignidad de la derrota humana. Tal vez tiene un punto de vista machista, pero su pesimismo es muy real, expresa muy bien la necesidad de perder con hombr¨ªa entre comillas. Dado que estamos abocados al fracaso, dice el tango, acept¨¦moslo con real¨ªsmo".Cantante ap¨®crifo
Pascual, que se confiesa un enamorado de Carlos Gardel, admite que para dibujar al protagonista de su libro tom¨® cosas de su arte, pero no de su vida. "Me interesaba mucho su ¨¦poca, y como v¨ª que como persona dejaba mucho que desear, invent¨¦ una biograf¨ªa de un cantante ap¨®crifo, y trat¨¦ de escribir su historia con el ritmo po¨¦tico y la musicalidad del tango".
Pascual, que compagina su oficio de escritor con la codirecci¨®n de la revista Ficciones, explica que el. nombre de su antih¨¦roe -An¨ªbal Ramos, Cachafaz de Palermo- lo tom¨® de un bailar¨ªn- de principios de siglo que ten¨ªa apodo de boxeador. "Cachafaz significa ¨¢gil, despierto", aclara el autor, que alcanz¨® tal dominio de la jerga porte?a y lunfarda (un glosario la recoge al final del libro) que el jurado del premio le crey¨® nativo: "El lunfardo es dif¨ªcil, porque procede del italiano, pero los argentinismos salen solos: Espa?a es un pa¨ªs culturalmente latinoamericano".
La historia arranca en Buenos Aires en los albores del siglo y llega hasta la Espa?a de los a?os 70. A trav¨¦s de cap¨ªtulos breves, Pascual desbroza el "destino fatal" de Cachafaz, y el no menos cruel de Gilberto Mart¨ªnez, El Entrerriano, "un fino estilista que fich¨® por el Zaragoza y acab¨® con la rodilla partida y jugando de defensa central en tercera divisi¨®n". Las vidas de estos dos emigrantes se unen en tomo a Rosaura, "una mujer bella y emputecida, perdida de amores viles". Y el final se precipita en Granada, la ciudad donde vive el autor de El cuarto oscuro desde hace 33 a?os. "Es un lugar de una urbanidad exquisita, en el que no existe la prisa y nadie llama a nadie a la hora de la siesta. Hay mucha afici¨®n al tango, adem¨¢s, pero lo que me interesaba era ajustar cuentas con esa hip¨®crita, sombr¨ªa, beata e incestuosa burgues¨ªa granadina".
Al hilo de ese repaso, Pascual filosofa en forma de tango: "Todo pasa, el amor y la vida. Perdamos pues con entereza, que est¨¢ bien no ser nunca primero o segundo.
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