El Sevilla vuelve a atascarse
Un gol de Ohen sirvi¨® para dar la victoria al Compostela-
El Sevilla sigue fallando en su estadio. Sus seguidores a¨²n han visto ganar al nuevo proyecto de Caldas y Camacho. Primero fue el Zaragoza y ayer el Compos, el que amarg¨® la noche y la semana a los sevillistas. El equipo gallego repiti¨® el triunfo de la pasada campa?a. Un triunfo que tuvo un protagonista similar, el nigeriano Ohert, autor del gol el pasado a?o y tambi¨¦n ayer.El primer tiempo acab¨® con poco f¨²tbol y un hecho ins¨®lito. Camacho se permiti¨® el lujo de abroncar al colegiado, en p¨²blico y gesticulando desde la banda, reprimiendo la acci¨®n de Mej¨ªa D¨¢vila y sin que fuera amonestado. Camacho ten¨ªa tanta raz¨®n que Meg¨ªa, sorprendentemente, admiti¨® para sus adentros que la acci¨®n de Bellido sobre Galv¨¢n (m. 45) deb¨ªa haber acabado con el bal¨®n en el punto de penalti. Hasta ese momento el partido hab¨ªa tirado por tierra cualquier ¨ªndice de audiencia televisiva si esta se midiera por la calidad del espect¨¢culo.
Ambos equipos reflejaron sobre la hierba que aplican a la perfecci¨®n el sistema defensivo que quieren sus t¨¦cnicos. Harina de otro costal es el ataque El Sevilla s¨®lo tuvo un argumento, centros desde la derecha de G¨®mez, Galv¨¢n o Marcos e intentos in¨²tiles de Salva por ganar la partida a los tres defensas gallegos. S¨®lo la gan¨® una vez, pero en esa ocasi¨®n la mano de Fernando apareci¨® providencial para ceder el corner. El Compos tampoco aprovech¨® los errores del Sevilla en su zona de construcci¨®n para inquietar a una animada parroqu¨ªa andaluza.
La ¨²nica vez que Monchi tuvo que emplearse fue en una internada de Nacho, ya sobre la hora del descanso. El lateral cedi¨® a Fabiano y el brasile?o acarici¨® el esf¨¦rico para que Jos¨¦ Ram¨®n, desmarcado en el ¨¢rea, utilizar¨¢ m¨¢s la potencia que la colocaci¨®n y encontrar¨¢ al portero sevillista en su camino. Antes del cambio, el t¨¦cnico gallego Fernando V¨¢zquez ya hab¨ªa optado por escoger un jugador m¨¢s acorde con lo que sus hombres mejor estaban haciendo, defender. El brasile?o-portugu¨¦s Willian ingres¨® en el centro de la defensa en detrimento del hombre que conectaba a Fabiano con Ohen. El efecto fue mejor de lo esperado en la reanudaci¨®n. Ohen, aislado entre los centrales sevillistas, llev¨® m¨¢s peligro que cuando se hac¨ªa acompa?ar del enlace Era?a. Y en la primera ocasi¨®n que tuvo acert¨® con las redes sevillistas tras un pase de tac¨®n de Fabiano.
El 0-1 desnivel¨® la igualdad de partido. Y sumi¨® al Sevilla en la desesperaci¨®n de no encontrar alg¨²n recurso con el que igualar el partido. Camacho opt¨® por la soluci¨®n On¨¦simo, y por la velocidad de Carlos, en detrimento del h¨¦roe de Tenerife Salva, y de un oscurecido Tevenet. Frente a ello, el Compos escogi¨® un recurso m¨¢s antiguo no por ello menos utilizado en el f¨²tbol moderno. Patad¨®n y todos a correr. Y si el bal¨®n llegaba a botas propias, tardar el mayor tiempo posible en perderlo. Adem¨¢s, para contrarrestar la velocidad de los dos bajitos del Sevilla, V¨¢zquez orden¨® a su l¨ªnea de cuatro buscar el fuera de juego siempre que no supusiera un riesgo excesivo.
La t¨¢ctica fue infalible, el efecto del delantero pucelano qued¨® en media docena de se?alizaciones por posici¨®n indebida. El Sevilla cerr¨® la segunda mitad sin un disparo a puerta y con la grada reclamando ya algo con lo que contrarrestar en la calle el imbatido liderato del eterno rival, el Betis.
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