El mensaje de Atenas

Parece que Grecia se ha reconciliado, por fin, con Europa. La victoria de Costas Simitis en las elecciones marca la llegada de una nueva generaci¨®n de pol¨ªticos. Es como si la guerra civil y sus sangrientas secuelas hubiesen sido cerradas por un pueblo cansado de luchas fratricidas. ( ... )Que la cuna de la elocuencia -y de la demagogia- haya dado la mayor¨ªa a un hombre sin carisma, usando raz¨®n en vez debe convicci¨®n, debe tranquilizar a una Europa que a veces se ha preguntado si Grecia segu¨ªa dentro de la Uni¨®n. ( ... ) La derrota del nacionalista Antonis Samaras, pero sobre todo de la estrategia extremista de Milt¨ªades Evert, anuncia nuevos tiempos. Bajo los excesos propios de toda campa?a electoral, se han dibujado los contornos de un n¨²cleo duro com¨²n a la mayor¨ªa de los partidos: la necesidad de anclar definitivamente a Grecia en la UE. ( ... )

A los europeos les corresponde contestar al mensaje de Atenas. Ante todo comprender la especificidad de un pa¨ªs que ha puesto las bases de una cultura com¨²n, pero que tambi¨¦n es uno de los m¨¢s fr¨¢giles de la Uni¨®n. Y esto teniendo en cuenta que Grecia debe enfrentarse a un dif¨ªcil desaf¨ªo econ¨®mico al llevar una lucha contra la inflaci¨®n que requerir¨¢ numerosos sacrificios.(...) Tras admitir en su seno a los pa¨ªses n¨®rdicos, y antes de abrirse a los pa¨ªses centroeuropeos, la UE no debe olvidar que el Viejo Continente tambi¨¦n tiene una fachada balc¨¢nica.

, 24 de septiembre