Pons abre la temporada del Metropolitan junto a Pavarotti
"Las grandes estrellas de la ¨®pera parece que son s¨®lo los tres tenores", declara
El bar¨ªtono de Ciudadela (Menorca) Joan Pons comienza hoy su temporada n¨²mero 14 en la Metropolitan Opera de Nueva York cantando Andrea Chenier junto a Luciano Pavarotti en la noche de gala inaugural de este a?o. Pons, que fue descubierto por un directivo del Liceo barcelon¨¦s cuando cantaba en un coro de su ciudad en 1970, ha ascendido a la ¨¦lite mundial de su especialidad desde la poco notoria posici¨®n de secundario que corresponde a los bar¨ªtonos.
A sus 50 a?os, Pons se considera en la cumbre de su carrera y asegura que no la cambiar¨ªa por la fama masiva. "No podr¨ªa hacer otra cosa, aunque me lo propusiera", admite con su legendaria modestia. Pons va a acometer por primera vez esta temporada la proeza de representar cinco t¨ªtulos en un teatro, el Metropolitan.Comenzando esta noche con Andrea Chenier, luego con Rigoletto, y, a partir de enero, La Forza del destino, Aida y Los payasos. "Lo de esta noche m¨¢s que nada es una ocasi¨®n social", comenta Pons, que este a?o vivir¨¢ cuatro meses en Nueva York, en un apartamento a escasos pasos de la ¨®pera. "Este teatro es uno de los primeros del mundo, adem¨¢s de que impone mucho llenar un espacio donde caben 4.500 personas pero que parece que no acaba nunca". Pons tiene contrato con el Metropolitan hasta el a?o 2000.
"No s¨¦ qu¨¦ pasa, pero aqu¨ª funciona todo", comenta sobre la capacidad de anticipaci¨®n y trabajo que existe en la ¨®pera neoyorquina. "Es igual que cuando vas a ver un partido de baloncesto o un musical de Broadway. Aqu¨ª hay mucha gente para llenar todo".
Considerado el mejor bar¨ªtono espa?ol y uno de los mejores del mundo, Pons es un hombret¨®n tremendamente humilde que comenz¨® de patronista y modelista en una f¨¢brica de zapatos en Menorca. "Empec¨¦ a cantar a los 23 a?os, pero de cero", recuerda. "No conoc¨ªa la ¨®pera. Una vez fui a Barcelona con el coro de Ciudadela y all¨ª me escuch¨® un directivo del Liceo que me propuso audicionar. En Barcelona me dieron cada vez m¨¢s papeles, hasta que en una ocasi¨®n el bajo se puso enfermo y dos d¨ªas despu¨¦s me aprend¨ª la ¨®pera. Era un comod¨ªn. Nunca me hab¨ªa imaginado ser cantante hasta ese concierto".
Casi de inc¨®gnito
A principios de septiembre de este a?o Pons inaugur¨® tambi¨¦n la temporada oper¨ªstica de Los Angeles con un heterodoxo montaje de Los payasos a cargo de Franco Zefirelli y con Pl¨¢cido Domingo como protagonista. "Estaban Kirk Douglas, Pierce Brosnan, Jodie Foster y m¨¢s famosos", cuenta Pons. "Luego nos pas¨® a ver Mel Gibson, pero s¨®lo para saludar a Pl¨¢cido".Esta an¨¦cdota refleja la naturaleza del trabajo de Pons: casi de inc¨®gnito, lejos de la gran fama, pero con una constancia encomiable. "Las grandes estrellas de la ¨®pera parece que son s¨®lo los tres tenores", observa. "Cuando trabajas con Pl¨¢cido o Pavarotti, la gente viene a verles a ellos, eso est¨¢ claro. Pero me encanta trabajar con ellos, y siempre aprendes".
Ser bar¨ªtono, a?ade, "no lo decides t¨², sino el color de tu voz y tus cuerdas vocales. Los tenores cuando dan el do o el s¨ª natural est¨¢n dando todo, y se les salen los h¨ªgados por la boca. Nosotros tenemos el la bemol. No envidio a los tenores; al contrario, los admiro much¨ªsimo. Pero no me cambiar¨ªa por ellos. Adem¨¢s, no podr¨ªa hacer otra cosa aunque me lo propusiera".
"En realidad, me gusta, y lo digo de todo coraz¨®n, pasar un poco desapercibido", dice Pons. "Si en el teatro veo que hay mucha gente, me meto por la puerta trasera. A m¨ª me gusta mucho lo que es el trabajo, y la noche de ¨¦xito".
Babelia
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