Apreciar lo cotidiano

Tengo la sensaci¨®n de haber malgastado mucho tiempo de mi vida, pues no supe disfrutar de tantas cosas que la vida me daba, y que parec¨ªan normales, obsesionado, en cambio, en la b¨²squeda de una perfecci¨®n imposible de alcanzar. Hoy s¨¦, m¨¢s que nunca, que de los millones de habitantes de este planeta much¨ªsimos de ellos no tienen una vivienda donde protegerse y descansar; otros no poseen comida en la nevera esperando simplemente ser cocinada. Hay millones de enfermos, ciegos, paral¨ªticos, drogadictos, alcoh¨®licos, etc¨¦tera. Muchas personas son sistem¨¢ticamente torturadas por alguien, y cuando no les pegan s¨®lo piensan en cu¨¢ndo volver¨¢n a hacerlo.S¨ª, es muy anormal ser normal, y cuando lo comprendes empiezas a valorar lo vulgar: pasear, leer un libro, tomar el sol, descansar, comer, hablar, amar.

Porque adem¨¢s acabas descubriendo que nada es perfecto, que por mucho dinero que posea no est¨¢s protegido de las enfermedades, del desamor, los accidentes, la vejez y la muerte. Que no hay trabajo perfecto, ni mujer, ni marido perfecto, ni hijos, ni amigos, ni viajes.

No s¨¦ si usted, que me est¨¢ leyendo, se ha hecho estas reflexiones, a m¨ª me ha costado mucho tiempo llegar a esta conclusi¨®n, pues nadie me lo ense?¨®, por eso se lo cuento, por si le puede ser ¨²til; desde ahora, empiece a apreciar cada cotidiano momento de su vida. Se sentir¨¢ mucho mejor.-