Un laborismo diferente

El l¨ªder del Partido Laborista, Tony Blair, pronunci¨® el martes el discurso de un hombre que se prepara para vencer, pero lo dirigi¨® a un partido que todav¨ªa no est¨¢ preparado para gobernar. Su discurso represent¨® otro paso ambicioso hacia la redefinici¨®n de los objetivos ideol¨®gicos en sentido amplio del laborismo. ( ... ) Todav¨ªa falta en buena medida una idea clara de c¨®mo gobernar¨ªa su partido, la estructura detallada de sus pol¨ªticas y las elecciones que se har¨ªa entre ellas. En esta carencia reside un, peligro que podr¨ªa arruinar al laborismo antes de las elecciones generales de mayo y despu¨¦s de ellas, si triunfa. Esto no es menospreciar los logros que Blair ha alcanzado hasta ahora. En los dos a?os transcurridos desde que se dirigi¨® a la convenci¨®n de Blackpool, ha arrumbado muchas de las tradiciones del partido, lanzado un poderoso asalto al centro pol¨ªtico y alcanzado un claro liderazgo -,quiz¨¢ insuperable- en los sondeos. Sin embargo, existe una laguna entre su visi¨®n global y muchos de los aspectos de detalle expuestos esta semana. ( ... ) En parte, esta laguna puede reflejar una comprensible reserva ante la posibilidad de ofrecer blancos a una campana conservadora a la vista de unas elecciones que podr¨ªan celebrarse en ocho, meses. Lo que preocupa es que la falta de claridad no sea s¨®lo superficial: que el liderazgo del partido no haya empezado a establecer con precisi¨®n c¨®mo actuar¨ªa en su primer a?o en el poder. ( ... ) , 2 de octubre