De monstruos fil¨®sofos y comedias ir¨®nicas
Dragonheart, una simp¨¢tica, previsible y simplista aventura con drag¨®n fil¨®sofo y caballero descre¨ªdo, dirigida por Rob Cohen y protagonizada por Dennis Quaid, la siempre atractiva Julie. Christie, Dina Meyer, y con la voz de Sean Connery, cuyo verbo impresionante es el del parlanch¨ªn monstruo mitol¨®gico del t¨ªtulo, inaugur¨® ayer la competici¨®n oficial del festival de Sitges. Una ¨¢cida, tierna y a ratos simp¨¢tica comedia, Trees lounge, el deb¨² en la realizaci¨®n del actor Steve Buscemi, fue igualmente presentada a la prensa en proyecci¨®n anticipada, puesto que el p¨²blico la ver¨¢ ma?ana.Dragonheart hunde sus ra¨ªces en la siempre rica tradici¨®n arturiana. Avalon, la Mesa Redonda y hasta un asno que responde por Merl¨ªn son algunas de sus referencias, mientras un fraile que se parece mucho al hist¨®rico Geoffrey de Monmouth, uno de los primeros compiladores de las aventuras arturianas, es el rapsoda que cantar¨¢ para la posteridad las haza?as del caballero Bowan y su amigo drag¨®n. El asunto, que se parece much¨ªsimo a tantos otros filmes de aventuras medievales con toques de comedia y muchos, muchos mamporros, tiene su principal originalidad en el personaje del drag¨®n, una criatura de impresionante aspecto y enorme propensi¨®n a la verborrea y a la sentencia a quien Sean Connery presta su voz, aunque el espectador hispano probablemente s¨®lo la conocer¨¢ en el doblaje de Paco Rabal.
Nada falta en esta pel¨ªcula, ni siquiera unos efectos especiales considerablemente espectaculares. Un guerrero fatigado y que ha perdido la fe en las bondades del viejo c¨®digo caballeresco, pobres campesinos sometidos a la tiran¨ªa de un rey cruel, una hermosa joven que ans¨ªa vengar la vil muerte de su padre a manos del monarca, magia, batallas y una tierna historia de amistades tumultuosas entre el caballero y el drag¨®n, todo ello servido en unos evocadores paisajes eslovacos completan un lote que se deja ver, a condici¨®n de no pedirle demasiado.
Rob Cohen, el director de Drag¨®n. La historia de Bruce Lee, se limita como director a realizar una coordinaci¨®n bastante rutinaria de extras, actores (a veces sobreactuados: Quaids, como casi siempre) y efectos restallantes, en un filme simp¨¢tico con destino prioritario en plateas infantils y que, en todo caso, no desentona tanto como otros esplendorosos comienzos del festival suburense: el cin¨¦filo con memoria recordar¨¢, y si tiene buen gusto, con un escalofr¨ªo en la espalda, una inauguraci¨®n a golpes con Soldado universal y esos dos insignes armarios que responden por Dolf Lundgren y JeanClaude Van Darrim.
Comedia independiente
De muy otra tradici¨®n proviene Trees Lounge, el curioso y a ratos incluso apasionante deb¨² en la realizaci¨®n del actor Steve Buscemi (Fargo, Pulp Fiction). Incluida en una secci¨®n paralela, Premi¨¨re, dedicada justamente a preestrenos que nada tengan que ver con el g¨¦nero fant¨¢stico, es una astuta, ¨¢cida, a veces tierna y casi siempre inteligente comedia independiente, trufada de rostros vistos en filmes en las fronteras de la industria, como Seymour Cassel, Mark Boorie Jr, Samuel L. Jackson o incluso Mimi Rogers.El bar que da nombre al filme es el espacio f¨ªsico en que se encuentra un grupo de personajes con sus problemas, sus inquietudes y su obvia propensi¨®n hacia la bebida, y cuyas vidas explora la c¨¢mara entre el respeto y la cr¨ªtica ir¨®nica. Hecha a partir de un gui¨®n bien escrito, con di¨¢logos perfectamente hilvanados y unos personajes bien dibujados, el filme sirve para abrir un esperanzado interrogante sobre el futuro de la carrera de su director, alguien que, a tenor de lo visto, sabe alternar un muy particular sentido del humor con un ojo verdaderamente certero a la hora de componer el encuadre.
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