Adosados en Bosnia
LAS INSTITUCIONES comunes de la posguerra que hoy se inauguran en Sarajevo no marcan la puesta en marcha de un Estado de convivencia, sino tan s¨®lo de coexistencia, entre musulmanes, croatas y serbios. No hay hogar com¨²n, sino a lo sumo chal¨¦s adosados. Como los vecinos ingleses, se hablar¨¢n cuando se vean desde la calle, pero fingir¨¢n ignorarse desde sus jardines. Bosnia, con su presidencia y su Parlamento, es poco m¨¢s que un t¨ªtulo para la yuxtaposici¨®n de la Rep¨²blica Srpska, serbia, y de la federaci¨®n de bosnios musulmanes y croatas. Pero aunque esta Bosnia sea una ficci¨®n, resulta, al menos de momento, ¨²til. Pues esta estructura de coexistencia es quiz¨¢s una forma de preservar la paz no ya en Bosnia, sino en el conjunto de los Balcanes.El musulm¨¢n Alia Izetbegovic, el croata Kresimir Zubak y el serbio Moincilo Krajisnik, que formar¨¢n la presidencia colegiada de Bosnia-Herzegovina -bajo la titularidad del primero durante dos a?os, toda una eternidad-, se reunieron el lunes significativamente a las afueras de Sarajevo, como si Bosnia fuera a ser gobernada desde el extrarradio. Jurar¨¢n hoy su cargo, junto con los diputados elegidos el 14 de septiembre.
Lo que el mundo exterior -en particular europeos y norteamericanos- pretende es poner en marcha procesos constructivos en Bosnia, en la l¨ªnea de los acuerdos de Dayton. Poco importa en esta visi¨®n que en el proceso electoral se haya producido toda suerte de irregularidades o que hayan legitimado a los dirigentes extremistas. La Organizaci¨®n de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) ha preferido dar los comicios por buenos, y anuncia que las aplazadas elecciones municipales se celebrar¨¢n entre el 22 y el 24 de noviembre.
Y es que a los europeos -que no iniciaron la guerra pero contribuyeron a impulsarla- y a los norteamericanos -que s¨®lo se decidieron a pararla cuando les convino- les gustar¨ªa poder distanciarse de todo esto y retirar a los 52.000 soldados que all¨ª tienen. No podr¨¢ ser en diciembre, y, en contra de lo previsto, numerosos efectivos militares tendr¨¢n que permanecer probablemente varios meses m¨¢s. Pero no una eternidad. Alemania, el pa¨ªs que m¨¢s refugiados ha acogido de Bosnia -320.000 sobre un total de 1,5 millones-, empieza a repatriarlos, aunque sea forzosamente.
El m¨¢s contento con la nueva situaci¨®n es el serbio Slobodan Milosevic, presidente de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia, y uno de los principales causantes de la guerra que ha asolado esas tierras. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha levantado formalmente -en la pr¨¢ctica ya lo hab¨ªa hecho tras la firma de los acuerdos de Dayton- el embargo econ¨®mico impuesto en 1992, un respiro para una econom¨ªa literalmente diezmada. Milosevic ha pactado en Par¨ªs con Izetbegovic no s¨®lo intercambiar embajadores, sino, sobre todo, "abstenerse de cualquier acto pol¨ªtico o jur¨ªdico que no contribuya a mejorar las relaciones amistosas y a la cooperaci¨®n entre los dos pa¨ªses". Tal pacto presagia el entierro de los procesos en La Haya contra los criminales de esta guerra, al menos contra los que no han sido a¨²n entregados a esta justicia internacional.
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