Un duro pulso,

En estos momentos la Generalitat valenciana mantiene tensas relaciones con tres de las cuatro universidades valencianas, a las que intenta imponer criterios que encuentran fuerte respuesta desde los bancos acad¨¦micos.Adem¨¢s del conflicto que libra en Alicante, que ha concitado la oposici¨®n un¨¢nime del la Conferencia del Rectores de las Universidades Espa?olas, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n mantiene un duro pulso con la Universidad Jaume I de Castell¨®n en varios puntos de los estatutos del estamento, algunos de ellos referentes a la lengua y a la nomenclatura del territorio, a los que ha objetado ilegalidad.

La oposici¨®n del Consell a algunos aspectos del texto est¨¢ provocando el retraso en su aprobaci¨®n, lo que ha suscitado el recelo de la comunidad universitaria castellonense, que ha visto en este gesto un intento de limitaci¨®n de la autonom¨ªa.

Asimismo, las relaciones con la Universidad de Valencia tampoco pasan por su mejor momento. El rector Pedro Ruiz contest¨® con firmeza el pasado martes, durante la apertura de curso, las tentaciones del PP de "debilitar las universidades para controlarlas mejor". Ruiz, arropado en este acto por los rectores de Castell¨®n y Alicante, traz¨® as¨ª un frente com¨²n contra la pol¨ªtica educativa del PP valenciano. Excepci¨®n aparte merece el caso de la Universidad Polit¨¦cnica, de donde proviene la consejera de Educaci¨®n Marcela Mir¨®, que estuvo vinculada al equipo rectoral. El acto de apertura de curso de la Universidad Polit¨¦cnica, al que no asistieron el resto de rectores valencianos y s¨ª una nutrida representaci¨®n de autoridades y cargos del PP, ha sido el ¨²nico al que ha podido acudir Zaplana, con garant¨ªas de tranquilidad. Su rector, Justo Nieto, s¨ª cedi¨® la presidencia a Zaplana en el acto inaugural.