Miles de hispanos marchan por las calles de Washington en demanda de sus derechos

Decenas de miles de norteamericanos de origen hispano marcharon ayer, D¨ªa de la Raza en EE UU, por las calles de Washington en demanda del poder que su abultada comunidad cree merecer, y de los derechos de los que se sienten privados. La marcha, la primera en la que los hispanos recorren las simb¨®licas avenidas sobre las que otras minor¨ªas en Estados Unidos hicieron historia en el pasado, trata de contrarrestar la ola anti-inmigrantes surgida en el pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os y de denunciar el perjuicio que el recorte decidido en los servicios p¨²blicos causa a los m¨¢s pobres."?ste es el ¨²nico medio por el que vamos a conseguir la cuota de poder que nos corresponde, tanto pol¨ªtica como econ¨®micamente", declar¨® el organizador de la marcha, Juan Jos¨¦ Guti¨¦rrez, que preside una coordinadora donde est¨¢n agrupadas las organizaciones m¨¢s radicales y activas de la comunidad hispana en EE UU.

Los participantes, en su mayor¨ªa de clases humildes y de origen mexicano y puertorrique?o, gritaron "?Venceremos!" y "?Latinos unidos jam¨¢s ser¨¢n vencidos!" mientras desfilaban por un lateral de la Casa Blanca para reunirse en la explanada pr¨®xima al monumento a Washington. Cerca de ese lugar, el reverendo Martin Luther King pronunci¨® hace tres d¨¦cadas el c¨¦lebre discurso I have a dream (Tengo un sue?o), que impuls¨® el movimiento de derechos civiles en Estados Unidos. Tambi¨¦n all¨ª, hace justo un a?o, la comunidad negra reuni¨® cerca de un mill¨®n de hombres en una de las mayores concentraciones de la historia de la capital norteamericana.

Los hispanos nunca hab¨ªan hecho nada similar. Divididos por sus diferentes or¨ªgenes nacionales y por las diversas circunstancias de su integraci¨®n en EE UU, los hispanos han sido incapaces hasta ahora de formar una fuerza pol¨ªtica equivalente al 10% que representan entre la poblaci¨®n de este pa¨ªs. Muchos de ellos, concentrados en la tarea de trabajar y ganar dinero para sus familias, se hab¨ªan ausentado hasta ahora de la lucha por sus derechos.

Eso comenz¨® a cambiar a ra¨ªz de la aprobaci¨®n en California de una ley que pretend¨ªa negar los servicios p¨²blicos a los inmigrantes ilegales. M¨¢s de 200.000 personas se manifestaron en Los ?ngeles en 1994 en protesta por esa ley, que fue bloqueada por una decisi¨®n judicial. Desde ese momento, coincidiendo con el control del Congreso por el Partido Republicano, han sido aprobadas iniciativas legislativas que restringen el acceso de los hispanos a diversos programas p¨²blicos.

"Todo lo que nos han dado hasta ahora son migajas. A pesar de que nuestros hombres y mujeres trabajan duro, a veces en dos empleos, pagan sus impuestos y cumplen con sus obligaciones con el Estado", denunci¨® Guti¨¦rrez. Junto a Guti¨¦rrez, desfilaron al frente de la marcha de ayer l¨ªderes sindicales, congresistas de origen hispano, algunas celebridades del mundo del espect¨¢culo y Ra¨²l Izaguirre, presidente de La Raza, la principal organizaci¨®n hispana.

La Marcha, como es conocida, en espa?ol, por los medios de comunicaci¨®n norteamericanos, es el resultado de vanos meses de esfuerzo para coordinar los intereses de grupos diversos. Al menos dos terceras partes de las personas reunidas en Washington viajaron durante d¨ªas desde varios Estados del pa¨ªs para confluir en la capital.

Mexicanos, que sufren malas condiciones de trabajo en los ranchos californianos, y puertorrique?os, una de las comunidades m¨¢s marginadas de ciudades como Nueva York, se dividieron el protagonismo de la concentraci¨®n. Adem¨¢s de ellos, grupos de dominicanos y centroamericanos se hicieron presentes con banderas y c¨¢nticos. Colombianos, cubanos y suramericanos, que habitualmente han tenido m¨¢s ¨¦xito en su integraci¨®n econ¨®mica en EE UU, tuvieron escasa presencia.

El problema de la inmigraci¨®n ilegal es uno de los elementos m¨¢s importantes de la campa?a electoral en varios de los mayores Estados, como California, Tejas, Florida, Nueva York e Illinois.