La lucha entre el PP y el campus de Alicante, prueba de fuego para la autonom¨ªa universitaria
El rector y el presidente Zaplana se disputan competencias en el dise?o de los estudios
El proyecto de creaci¨®n de una segunda universidad en la provincia de Alicante, que tendr¨ªa su sede central en Elche m¨¢s otros tres campuses en Orihuela, San Juan y Altea, mantiene enfrentados al Gobierno aut¨®nomo, presidido por el popular Eduardo Zaplana, y al equipo de Gobierno de la Universidad de Alicante, capitaneado por el rector Andr¨¦s Pedre?o. La pugna ha traspasado la esfera acad¨¦mica y ha degenerado en un debate pol¨ªtico al que asisten estupefactos los ciudadanos, un duelo en el que las posturas se han radicalizado y se cuestionan principios como la autonom¨ªa universitaria o la representatividad de la Generalitat como m¨¢xima autoridad en la Comunidad.
Ambas instituciones llevaban meses enfrascadas en una solapada guerra. Ahora ya es abierta. Un incidente institucional sin precedentes ha destapado el tarro de las esencias y desencadenado una avalancha de pronunciamientos, a favor y en contra, que tuvo uno de sus puntos culminantes en una comparecencia extraordinaria y urgente del presidente Zaplana ante las Cortes Valencianas esta misma semana para explicar el altercado.En un gesto de reafirmaci¨®n de la autonom¨ªa universitaria frente al poder pol¨ªtico, Andr¨¦s Pedre?o se neg¨® a permitir que Eduardo Zaplana presidiera el viernes d¨ªa 4, el solemne acto de apertura oficial del a?o acad¨¦mico. El presidente, visiblemente irritado, abandon¨® el recinto de forma precipitada minutos antes del inicio de la ceremonia. Con ¨¦l, desalojaron el Paraninfo cerca de un centenar de cargos p¨²blicos del PP, de todas las administraciones, que lo arroparon en una jornada que se promet¨ªa tensa y cr¨ªtica. Oficialmente, el partido en el poder y el propio Zaplana califican el incidente como "el mayor atentado a la autonom¨ªa valenciana de los ¨²ltimos a?os".
Al margen de divergencias protocolarias sobre qui¨¦n debe presidir un acto de estas caracter¨ªsticas -la norma ampara al rector, pero la costumbre se rompi¨® en el campus alicantino por vez primera al no ceder la presidencia al cabeza del Ejecutivo aut¨®nomo-, el conflicto, encierra un pulso entre el poder pol¨ªtico y la autoridad acad¨¦mica. El proyecto del PP, no consensuado con los acad¨¦micos, prev¨¦ segregar escuelas y facultades consolidadas en la Universidad de Alicante, que servir¨ªan para llenar de contenido a la instituci¨®n naciente. Entre ellas figura la Facultad de Medicina, que a su car¨¢cter de fundadora de los estudios universitarios en la provincia suma su indudable valor como pilar b¨¢sico de la estructura docente e investigadora de esta Universidad, que le ha dado prestigio internacional.
Dinero y t¨ªtulos
La Generalitat, que apela a sus competencias para dise?ar la pol¨ªtica educativa, est¨¢ decidida a segregar estudios, y anuncia fuertes inversiones -cerca de 25.000 millones de pesetas en los pr¨®ximos cinco a?os- para cubrir las necesidades econ¨®micas de la nueva universidad, que impartir¨ªa las 18 titulaciones consignadas en el proyecto de ley trasladado ya a las Cortes para su debate. La segregaci¨®n de Medicina se justifica con el deseo de priorizar el desarrollo de un macro-campus de Ciencias de la Salud.La Universidad, por su parte, se aferra al principio constitucional de autonom¨ªa universitaria para evitar que le sean arrebatadas carreras e instalaciones. Andr¨¦s Pedre?o y su equipo se muestran favorables a crear otra universidad, pero defienden la integridad de la suya y cuestionan el ¨¦xito de un proyecto ante el que mantienen serias dudas respecto de su rentabilidad social. A su entender, ese proyecto no se ajusta a las necesidades planteadas hace a?os, centradas en la necesidad de acabar con la masificaci¨®n y configurar una variada oferta de titulaciones t¨¦cnicas ahora inexistentes y que reclama el mercado de trabajo.
Los argumentos acad¨¦micos no se rebaten, pero la tensi¨®n crece d¨ªa a d¨ªa. La Universidad de Alicante (cuyas instalaciones generales se localizan en la localidad de Sant Vicent del Ras,peig), a 12 kil¨®metros de la capital, da cobertura a 35.000 alumnos. La demanda potencial sobrepasa las 40.000 matr¨ªculas, pero las instalaciones est¨¢n ideadas para 25.000. Segregar el campus de Medicina -localizado en t¨¦rmino municipal de San Juan, que dista 10 kil¨®metros de Sant Vicent- implicar¨ªa aliviar esa carga en apenas 700 alumnos.
Para la Universidad, adem¨¢s, en plena etapa de restricciones presupuestarias, la financiaci¨®n extraordinaria que requerir¨ªa la proyectada Universidad de Elche supondr¨ªa una "grave e incomprensible" discriminaci¨®n del resto de universidades valencianas. Los futuros alumnos de Elche gozar¨ªan de servicios y docencia de mayor calidad, y la Administraci¨®n P¨²blica invertir¨ªa en ellos el doble que en el resto. El coste del profesorado tambi¨¦n se duplicar¨ªa.
Al presidente Zaplana se le recrimina con especial contundencia no haber consensuado la propuesta. Se desconocen antecedentes de segregaciones por imposici¨®n. Existe un precedente en las Canarias, pero no se considera comparable por cuestiones de insular¨ªdad. "Para que perdure, una universidad necesita del m¨¢ximo consenso social y pol¨ªtico", asegura el rector Andr¨¦s Pedre?o. "Flaco favor le hacemos si nace producto de la imposici¨®n o de la sinraz¨®n".
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