Los comunistas italianos prefieren la monarqu¨ªa
Armando Cossutta asegura que es mejor un rey a la europea que un presidente a la francesa
El comunismo italiano siempre fue innovador. Incluso en los tiempos de Palmiro Togliatti se mostr¨® celoso de su autonom¨ªa. Pero las ¨²ltima noticias salidas del Partido Refundaci¨®n Comunista (PRC) son tan sorprendentes que el mismo frente antiMaastricht constituido por la izquierda marxista europea parece amenazado de ruina. Sobre todo en su eje Roma-Madrid, ya que mientras Julio Anguita reafirma a diario su fe republicana, un comunista italiano ha descubierto el lado positivo de la monarqu¨ªa. Y no se trata de un comunista cualquiera, sino del presidente del PRC, Armando Cossutta.Ocurri¨® el pasado fin de semana. Cossutta se dirig¨ªa a una platea de correligionarios y representantes de otros partidos empe?ados en el debate sobre la reforma del sistema constitucional, cuando no tuvo empacho en recomendar, al menos desde la ¨®ptica del mal menor, un desenlace mon¨¢rquico para la transici¨®n italiana. "Un presidente elegido por el pueblo es m¨¢s fuerte y m¨¢s peligroso que un rey de tipo europeo. En la medida en que el rey est¨¢ embalsamado, una monarqu¨ªa de tipo escandinavo es preferible a una monaqu¨ªa electiva, como denominaba Fran?ois Mitterrand a la Rep¨²blica Francesa", dijo Cossutta. Y nadie se llam¨® a esc¨¢ndalo. Los esp¨ªritus de Lenin y Stalin siguieron reposando tranquilos, mientras las palabras del presidente del PRC suscitaban incluso entusiasmo en las filas de los Verdes y ex democristianos, tan opuestos como los comunistas a que se refuercen los poderes de las autoridades republicanas.
"No hay ning¨²n cambio de posici¨®n del partido hacia la monarqu¨ªa", respondi¨® ayer con humor a este diario Ram¨®n Mantovani, diputado y responsable de las relaciones internacionales de PRC. "Cossutta dijo una frase feliz, porque no queremos ni la rep¨²blica presidencialista ni la monarqu¨ªa". Pero lo que dijo, ?no apunta m¨¢s bien a un mal menor de orientaci¨®n mon¨¢rquica?. "Fue sobre todo una salida contra la figura de un presidente fuerte o de un primer ministro dotado de la capacidad de disolver el Parlamento, cosa que no existe en ning¨²n pa¨ªs de Europa", prosigue Mantovani.
"Ya sabemos", a?adi¨®, "que en Espa?a nuestro amigo Anguita tiene otra pelea".
La lucha contra la reforma presidencialista del sistema pol¨ªtico italiano, basado en un bicameralismo puro que rige la elecci¨®n del presidente de la Rep¨²blica y la investidura de un presidente del Gobierno que no tiene ni siquiera la facultad de destituir a sus ministros, es el caballo de batalla de buena parte de las fuerzas que apoyan a Romano Prodi. Unicamente el ala m¨¢s liberal del Olivo, la que sigue a Lamberto Dini o Antonio Maccanico, y el l¨ªder del Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS), Massimo D'Alema, entienden que es necesario reformar radicalmente el marco institucional que ha favorecido que los Gobiernos italianos se sucedan al ritmo de casi uno por a?o desde la posguerra.
Cossuta ha empe?ado todas sus armas en la batalla antipresidencialista. Hasta el punto de que, a sus 70 a?os, con un pasado de partisano y una larga historia de dirigente del Partido Comunista Italiano (PCI), del que sali¨® para reafirmar su profesi¨®n de fe marxista y escindirse de la l¨ªnea socialdem¨®crata trazada por D'Alema, ha tenido que descubrir la monarqu¨ªa.
Seg¨²n ¨¦l, la elecci¨®n directa del primer ministro, y m¨¢s a¨²n la de un presidente de la rep¨²blica a la francesa o a la americana, implica una amenaza de autoritarismo en el contexto de un pro yecto neoliberal orientado a excluir "el conflicto social del coraz¨®n del Estado, de la pol¨ªtica". Antes que ceder a ese riesgo, dice, el PRC abandonar¨ªa la mayor¨ªa y provocar¨ªa la ca¨ªda del Gobierno. La advertencia es seria, y anuncia un desenlace que parece siempre mucho m¨¢s probable que la perspectiva de que Italia vuelva a tener una casa real en activo. De momento, los descendientes varones de los Saboya siguen sin poder poner el pie en Italia.
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