Batalla por el poder con Yeltsin en la cama

Las acusaciones de Anatoli Kulikov, ministro del Interior ruso, llevaron ayer a un nuevo nivel la guerra de comprometedoras acusaciones con las que se denigran mutuamente los dirigentes rusos, mientras el presidente Bor¨ªs Yeltsin espera en una cama de hospital la operaci¨®n que le ser¨¢ efectuada a mediados de noviembre, seg¨²n dijo ayer el doctor Sergu¨¦i Mir¨®nov, jefe del centro de diagn¨®sticos de la administraci¨®n presidencial.El presidente recibi¨® ayer en el sanatorio de Barvija al presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko. Las breves im¨¢genes mostraron que ten¨ªa un aspecto hinchado y poca voz.

Yeltsin, seg¨²n difundi¨® el portavoz del Kremlin, Serguei Yastrzhembski, est¨¢ "muy preocupado" por las acusaciones vertidas por Kulikov contra el secretario del Consejo de Seguridad, Alexandr L¨¦bed. "El presidente exigi¨® al jefe del Gobierno, V¨ªktor Chernomirdin, y al titular de Interior que le presenten urgentemente informaci¨®n detallada sobre este asunto", dijo el portavoz. Chernomirdin se entrevist¨® poco despu¨¦s con Yeltsin en el sanatorio.

El fuego cruzado entre Kulikov y L¨¦bed no ha cesado desde que este ¨²ltimo pidi¨® la dimisi¨®n del ministro del Interior, que Yeltsin no le concedi¨®. Obligados a coexistir, ambos militares no han superado sus rencillas y han aprovechado diversas ocasiones para demostrar su animadversi¨®n. Kulikov ha llamado a L¨¦bed traidor y ¨¦ste le ha acusado de crasa incompetencia en Chechenia, la ¨²ltima vez con un detallado informe presentado el martes en una sesi¨®n cerrada de la Duma estatal, que algunos consideran como una verdadera bofetada para Kulikov.

Hombre de paja

Aunque ninguno de los dos militares se queda corto en sus acusaciones, L¨¦bed est¨¢ cada vez m¨¢s aislado, mientras los observadores pol¨ªticos de distinta tendencia consideran al ministro del Interior como un hombre de paja de una acci¨®n contra L¨¦bed coordinada con el jefe del Gobierno, V¨ªktor Chernomirdin, e incluso con el presidente Yeltsin.Poco a poco, L¨¦bed ha visto c¨®mo los experimentados pol¨ªticos del Kremlin le han ido quitando todas las competencias y funciones que Yeltsin le hab¨ªa prometido, comenzando por la comisi¨®n de ascensos que ahora controla el Consejo de Defensa. En funci¨®n de los pactos iniciales entre Yeltsin y L¨¦bed, las propuestas de ¨¦ste pueden ser discutibles, pero no tienen nada de extraordinario, ya que se limitan a exponer unas ideas que el presidente puede aprobar o no, pero no usurpan sus competencias.