El ca?¨®n de Donato
Un impresionante zapatazo permite al Deportivo seguir la estela de los grandes
Donato esconde un ca?¨®n en su bota. El atleta de Cristo es un se?or apacible que mata el tiempo libre leyendo la Biblia y entonando cantos espirituales junto a sus hermanos evangelistas. Pero golpea el bal¨®n como si fuesemartillo de herejes. anoche lo atrap¨® a casi 40 metros de la porter¨ªa y en un santiam¨¦n lo coloc¨® a 103 kil¨®metros por hora de velocidad. El pobre portero apenas pudo dar un salto de impotencia. Y el deportivo ya no necesit¨® m¨¢s para llevarse el partido, igualar otra vez en la tabla. Al Real Madrid y esperar que alg¨²n d¨ªa Ronaldo baje de sus celestiales alturas.El descomunal zapatazo de Donato abri¨® el partido en canal a los 20 m¨ªnutos. el bal¨®n lleg¨® al hispano, brasile?o muy cerca del c¨ªrculo central y, entre el asombro de la concurrencia, lanz¨® un cohete teledirigido al meta alberto de poco le sirvi¨® adivinar la direcci¨®n del disparo: era tan potente que cuesta trabajo creer que no reventase la red. Donato, que estuvo a punto de dejar el equipo en el verano, volv¨ªa a reinvindicarse frente a los que le consideran gastado por la edad. M¨¢s tarde, a¨²n tuvo tiempo de ensayar otras dos patadas terror¨ªficas que rondaron los postes.
Hasta que ese misil quebr¨® el aire de Riazor, el deportivo estaba devan¨¢ndose los sesos para abrirse camino en el tablero de ajedrez construido por Irureta. La Real Sociedad es un equipo moderno en el mejor sentido de la palabra, (¨²ltimamente ese concepto, tan manoseado por los fundamentalistas de la pizarra, parece m¨¢s bien una excusa para justificar el regreso al Paleol¨ªtico inferior). Tira muy bien el fuera de juego, agrupa las l¨ªneas, presiona con criterio, la toca casi siempre al pie y tiene velocidad para estirar la goma cuando roba la pelota. TAn s¨®lo se podr¨ªa reprochar a la Real Sociedad su empecinamiento para seguir ateni¨¦ndose estrictamente al librillo cuando el marcador desfavorable aconsejaba una pizca m¨¢s osad¨ªa.
Pero el concienzudo entramado de Irureta se tambale¨® ante el poder¨ªo de Mauro Silva. Gozosamente recuperado tras dos a?os de lesiones, el brasile?o vuelve a ser el futbolista, portentoso de siempre: corta todo lo que le pasa por delante, auxilia al compa?ero en apuros y distribuye buscando siempre las zonas m¨¢s despejadas, cuando no es el mismo er que se lanza al galope en busca del ¨¢rea. Su puesto -el llamado medio tap¨®n- est¨¢ muy de moda ¨²ltimamente. M¨¢s bien suele servir de pretexto a muchos entrenadores para jugar con otro defensa en el centro del campo, y si alguien no lo cree que repase las alineaciones de Robson y Capello. El brasile?o, a¨²n trat¨¢ndose de un jugador de contenci¨®n, es mucho m¨¢s que eso; es un fen¨®meno capaz de desequilibrar los partidos entre bambalinas, lejos del primer plano del escenario.
El gol de Donato y la arrolladora presencia de Mauro Silva permitieron al Deportivo atrapar definitivamente el encuentro. A pesar de algunas ausencias notorias (Rivaldo se pase¨® durante casi toda la noche con una torrija bastante considerable), el grupo de Toshack trenz¨® un f¨²tbol colorista que amedrent¨® a la Real. Fran, todav¨ªa muy intermitente por sus problemas f¨ªsicos, malgast¨® antes del descanso un par de buenos balones de gol. Irureta se cans¨® de esperar y pas¨® a la ofensiva en la reanudaci¨®n con las incorporaciones de Craioveanu y G¨®mez. El Deportivo respondi¨® refugi¨¢ndose en la especulaci¨®n y el contragolpe. Pero el paisaje cambi¨® poco. La Real Sociedad comenz¨® a presionar muy arriba, pero dio la impresi¨®n de que hab¨ªa perdido ya la pista del partido irremediablemente. Entre otras razones porque al goleador Kovacevic le comi¨® la moral toda la noche su compatriota Djukic, siempre m¨¢s r¨¢pido y con mayor sentido de la anticipaci¨®n. Si la gente temi¨® por el resultado fue por la actitud conformista de los de Toshack. Pero un s¨®lo ca?onazo le hab¨ªa bastado al Deportivo.
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