Caridad
Se dice que la caridad es una virtud cristiana opuesta a la envidia y a la animadversi¨®n, puesto que consiste en amar a los otros como a nosotros mismos por amor de Dios. En mal estado sobreviven las virtudes teologales, no ya en la sociedad materialista y descre¨ªda de la formo parte, sino que, por lo visto y o¨ªdo, el mal estado tambi¨¦n se da en el seno de la Iglesia, y sobre todo en algunas de sus m¨¢s elevadas jerarqu¨ªas. Que una pandilla de obispos c¨¦libes asilvestrados haya arremetido contra la boda del vicepresidente del Gobierno merece meditaci¨®n por parte del cuerpo m¨ªstico de la Iglesia en su conjunto. Considerad, hermanos, que las declaraciones de los se?ores obispos han sido una demostraci¨®n de falta de caridad cristiana dirigida principalmente contra la nueva esposa de ?lvarez Cascos. Sobre esta muchacha ha ca¨ªdo el estigma de la mal casada que vive en pecado y la sospecha de que su marido es un veleta que va con unos y con otros. ?Han pensado sus eminencias reverend¨ªsimas en el da?o moral que le causaban?Menos mal que las izquierdas, ya nos entendemos, han luchado a lo largo de los siglos para abolir la Inquisici¨®n y en pro del divorcio, frente a la conjura cavern¨ªcola de los antepasados ideol¨®gicos del se?or ?lvarez Cascos. De no haber sido as¨ª, el se?or vicepresidente del Gobierno no s¨®lo no habr¨ªa podido casarse con la mujer que ama, sino que habr¨ªa sido sometido a la tortura del potro, y de haber persistido en su obsesi¨®n pecaminosa, su cuerpo habr¨ªa sido desmembrado por dos furgonetas de fabricaci¨®n japonesa de la orden dominica y arrojado a la hoguera purificadora con chimenea anticontaminaci¨®n. En el pasado, la Inquisici¨®n te torturaba para que al confesar la verdad tu alma se hiciera verdad. Algo de eso pretenden las reverend¨ªsimas sotanas, con el cerebro siempre bajo alto riesgo prost¨¢tico.
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