La oposici¨®n rumana toma las calles de Bucarest al final de la campa?a electoral
ENVIADO ESPECIAL Mientras un destartalado avi¨®n sembraba de octavillas el centro de la ciudad, la moderada oposici¨®n rumana tom¨® ayer pac¨ªficamente las calles de Bucarest en el ¨²ltimo acto de su campa?a electoral antes de las elecciones parlamentarias y presidenciales del domingo. Flanqueadas por un compacto cord¨®n policial, decenas de miles de personas, j¨®venes en su mayor¨ªa, encabezados por el candidato Emil Constantinescu y su plana mayor, se echaron a la calle para gritar "?Abajo Iliescu", "?Ladrones, ladrones!" o corear el nombre de la Convenci¨®n, como se denomina la amplia coalici¨®n de centro-derecha que disputa el poder al presidente Ion Iliescu y su partido, Democracia Social de Rumania (PDSR).
El partido gubernamental, que goza de poco aprecio en la capital rumana, prefiri¨® poner fin a su campa?a en un recinto cerrado. Previamente, el PDSR, aglutinado en torno a los antiguos comunistas que mantienen el poder en Rumania desde 1989, hab¨ªa distribuido por el simb¨®lico recorrido de la Convenci¨®n Dem¨®crata -entre la plaza de la Universidad y la de la Revoluci¨®n- prospectos en los que acusa a la alianza opositora de pretender restablecer la monarqu¨ªa o dejar de pagar las pensiones de jubilaci¨®n.
Rumania celebra el domingo sus terceras elecciones parlamentarias y presidenciales desde la ca¨ªda del comunismo, de las que se da por descontado que saldr¨¢ un Gobierno de coalici¨®n. Tras su ¨¦xito en los comicios locales de junio, el bloque de centro-derecha tiene ahora la oportunidad de derrotar al partido gobernante.
Los sondeos vaticinan que el presidente Iliescu, que aspira a repetir por tercera vez en la jefatura del Estado, tiene mayores probabilidades que su principal adversario, Emil Constantinescu, un profesor de geolog¨ªa poco curtido en los espesos laberintos de la pol¨ªtica. Se baraja as¨ª una eventual " cohabitaci¨®n", que ser¨ªa primicia en Rumania, entre el cori¨¢ceo ex comunista Iliescu y un Gobierno que, seg¨²n las encuestas, podr¨ªan formar los dos grupos principales de la oposici¨®n centrista: la Convenci¨®n y la Uni¨®n Social Dem¨®crata del ex primer ministro reformista Petre Roman.Penosa transici¨®n
La penosa transici¨®n al capitalismo en Rumania, en la l¨ªnea de sus vecinos b¨²lgaros, ha proporcionado por primera vez a la inexperta oposici¨®n armas suficientes contra el Gobierno de la nomenklatura.
La inflaci¨®n, prevista en el 20%, puede alcanzar este a?o el 40%; el leu, divisa nacional, se cotiza en el mercado paralelo casi un 30% m¨¢s que oficialmente; y el mayor problema de los ciudadanos, cuyo sueldo promedio no supera las 12.000 pesetas, es tener que comer cada d¨ªa.
Hasta 16 variopintos candidatos se presentan a unas elecciones presidenciales en las que parece que ninguno obtendr¨¢ m¨¢s del 50% de los votos necesarios para proclamarse vencedor en la primera vuelta. Todos ellos comparecieron anoche en una especie de largo mon¨®logo televisado para explicar sus dotes. Rumania, la mitad de Espa?a en habitantes y territorio, es, tras Polonia, el pa¨ªs m¨¢s poblado y extenso de Europa oriental y uno de los m¨¢s atrasados de la regi¨®n.
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