El Gobierno rectifica y exige que Canarias est¨¦ bajo mando Militar espa?ol en la OTAN

Canarias estar¨¢ bajo mando militar espa?ol en la nueva estructura de la OTAN. El Gobierno ha dado marcha atr¨¢s en su disposici¨®n inicial a permitir que el archipi¨¦lago pasase a depender del mando aliado de Lisboa. M¨¢s all¨¢ de consideraciones militares, la necesidad de que Canarias forme parte, con el resto del territorio nacional, de un mando bajo autoridad espa?ola es una cuesti¨®n pol¨ªtica de primer orden. As¨ª se lo expres¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar al primer ministro portugu¨¦s, Antonio Guterres, durante la cumbre hispano-lusa celebrada esta semana en Azores.

El portavoz de Coalici¨®n Canaria (CC) en el Congreso, Jos¨¦ Carlos Mauricio, ha advertido que la cesi¨®n del archipi¨¦lago al mando portugu¨¦s es una cuesti¨®n "muy grave", que impedir¨ªa el apoyo de su grupo a la plena integraci¨®n en la OTAN.Los dirigentes de CC se reunir¨¢n el lunes con el presidente del Gobierno canario, Manuel Hermoso, para debatir su posici¨®n en la votaci¨®n que debe celebrar el Congreso el pr¨®ximo d¨ªa 14. En la coalici¨®n nacionalista hay partidos de larga tradici¨®n anti-OTAN por lo que, pese al pacto de Gobierno con Aznar, el voto positivo a la plena integraci¨®n resultaba problem¨¢tico, incluso antes de suscitarse la pol¨¦mica sobre el mando.

El problema no radica, sin embargo, en los cuatro esca?os del Grupo Canario. Aznar, con el respaldo del PSOE y CIU, tiene asegurado el voto favorable del 90% de los diputados. Es dentro de las propias filas populares y socialistas donde ha surgido la voz de alarma. Destacados parlamentarios han advertido en privado al Gobierno que ser¨ªa un "grave error" dejar a Canarias fuera del futuro mando espa?ol.

Sensaci¨®n de abandono

En su opini¨®n, una decisi¨®n de este tipo reafirmar¨ªa la sensaci¨®n, compartida por muchos canarios, de que el Gobierno de Madrid abandona a su suerte al archipi¨¦lago, abonando las tendencias independentistas.

Las mismas fuentes argumentan que, en este asunto, el Ejecutivo ha hecho gala de poco tacto. Aznar remiti¨® la comunicaci¨®n oficial sobre la OTAN al Congreso el pasado martes, tras recibir en La Moncloa a los l¨ªderes del PSOE e IU, Felipe Gonz¨¢lez y Julio Anguita, respectivamente.

S¨®lo el jueves abord¨® el asunto con el presidente catal¨¢n, Jordi Pujol, y todav¨ªa no lo ha hecho con el PNV y CC; a pesar de que precisamente Canarias, Pa¨ªs Vasco y Catalu?a fueron, con Navarra, las ¨²nicas comunidades aut¨®nomas donde gan¨® el "no" en el refer¨¦ndum de la OTAN de 1986.

Desde el punto de vista geogr¨¢fico, la integraci¨®n de Canarias en el mando de Lisboa era la opci¨®n m¨¢s l¨®gica. El archipi¨¦lago est¨¢ en el ¨¢rea del mando aliado del Atl¨¢ntico (Saclant), del que depende Lisboa (Iberlant), mientras que la Pen¨ªnsula y Baleares quedan bajo la ¨®rbita del mando supremo para Europa (Saceur).

Portugal est¨¢, adem¨¢s, muy interesada en que Canarias se incorpore al cuartel general de Oeiras, pr¨®ximo a Lisboa, para justificar su continuidad como mando regional, de segundo nivel, y evitar que se rebaje a la categor¨ªa de subregional (tercer nivel) la misma que tendr¨¢ el mando espa?ol. Incluso se hab¨ªa barajado la posibilidad de que un almirante espa?ol se turnase con el portugu¨¦s al frente de Iberlant o, aunque era menos aceptable, ocupase siempre la subjefatura.

Los factores pol¨ªticos han acabado imponi¨¦ndose. Espa?a alega que los pa¨ªses de la OTAN tienen derecho a que la totalidad de su territorio quede bajo el mismo mando. La incorporaci¨®n de Canarias al mando espa?ol, y por tanto al europeo, crear¨¢ una situaci¨®n an¨®mala, pero m¨¢s an¨®malo ser¨ªa, seg¨²n las fuentes consultadas, que el archipi¨¦lago estuviese bajo control del mando de Norfolk, en Estados Unidos, o de Northwood, en. el Reino Unido, si Lisboa baja de categor¨ªa y queda subordinada al cuartel general brit¨¢nico.

El asunto no est¨¢ zanjado en absoluto, pero Espa?a dispone de un poderoso instrumento: la posibilidad de vetar la nueva estructura militar, que debe ser aprobada por los 16 socios de la OTAN, si el resultado no satisface sus intereses nacionales.