?D¨®nde est¨¢n Hillary, Colin y Newt?
Hillary Clinton menciona los valores familiares en discretas apariciones de campa?a en las que visita centros comunitarios de ayuda a los necesitados. Colin Powell no rompi¨® su silencio hasta ayer (no hablaba en p¨²blico desde la Convenci¨®n republicana de San Diego, a mediados de agosto). Newt Gingrich est¨¢ defendiendo su esca?o en la C¨¢mara de Representantes en Georgia, pero ni Dole ni ning¨²n candidato republicano le han pedido ayuda para la campa?a, porque se ha convertido en una fuerza negativa para el Partido Republicano. Hillary, Colin y Newt ocuparon el centro de la escena en diversos momentos de los ¨²ltimos cuatro a?os, pero ahora est¨¢n fuera de los focos.Hillary Clinton jug¨® un papel muy destacado en la campa?a de 1992, empezando por la salvaci¨®n de1a imagen de su marido, que en plenas primarias tuvo que afrontar el esc¨¢ndalo de sus relaciones extramatrimoniales con Jennifer Flowers. Despu¨¦s se encarg¨® de la ambiciosa tarea de la reforma sanitaria, con un estrepitoso fracaso, y para colmo tuvo que declarar ante un gran jurado en enero de est¨¦ a?o sobre su confuso y sospechoso papel en el caso Whitewater y sus ramificaciones. Ahora, Hillary -una mujer capaz e inteligente como pocas ocupantes de la Casa Blanca lo han sido- debe cumplir sin rechistar, y sin llamar mucho la atenci¨®n, un papel que odia: el de primera dama tradicional.
Colin Powell sigue siendo, para muchos, el ¨²nico candidato republicano que hubiera podido ganar a Bill Clinton. El general retirado observa una campa?a en la que apenas ha participado. El 12 de agosto le hizo el favor a Dole de hablar en San Diego, para presentar una imagen de moderaci¨®n del Partido Republicano. Powell alab¨® a Dole por su entereza, madurez e integridad" entre los aplausos de los delegados, que poco despu¨¦s registraron divisi¨®n de opiniones cuando el antiguo jefe del Estado Mayor apost¨® por la defensa de las minor¨ªas y del derecho de la mujer a interrumpir el embarazo. Ayer reapareci¨® para reiterar su apoyo a Dole. Powell parece m¨¢s atento a la posibilidad de ser candidato en el a?o 2000.
Un motor sin gasolina
Newt Gingrich, el motor de la revoluci¨®n conservadora que llev¨® a los republicanos a ganar las dos c¨¢maras en 1994, se ha quedado sin gasolina y es ahora, en palabras de The Washington Post, "un viajante de comercio" que hace casi de puntillas la campa?a para salvar su propio esca?o y que ha visto reducida su estatura pol¨ªtica por el rechazo de la opini¨®n p¨²blica.
Gingrich tiene. en contra a un 45% de los norteamericanos que se declaran receptivos a las cr¨ªticas que le dirigen los dem¨®cratas, y ese rechazo contamina a Dole. A la espera de mejores tiempos, Gingrich aprende de los errores cometidos y reflexiona sobre lo ef¨ªmero de las revoluciones.
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