'EL TENORIO'
En estos d¨ªas del l¨²gubre noviembre, lo suyo, como se dice en Madrid, es Ver el Tenorio. No existe obra de mayor teatralidad y me pregunto si cualquier otra pieza hubiese resistido el cumplimiento del rito en los d¨ªas de Todos los Santos de m¨¢s de 150 a?os.He le¨ªdo hace poco los Recuerdos del tiempo viejo que Jos¨¦ Zorrilla public¨® en 1882, en la edici¨®n que acaba de sacar el C¨ªrculo de Lectores. Uno de los cap¨ªtulos de este libro se titula 'Cuatro palabras sobre mi Don Juan Tenorio'. Es una rigurosa autocr¨ªtica de una obra escrita por compromiso con una compa?¨ªa de teatro. En 1844 Carlos Latorre le pidi¨® a Zorrilla una obra y as¨ª surgi¨® el Tenorio.
"Entraba yo", escribe don Jos¨¦, "por la senda del amaneramiento y el mal gusto de que adolece mucha parte de mi obra". Se muestra satisfecho tan s¨®lo de haber creado a la Do?a In¨¦s cristiana, pero dice que "quien mancha mi obra es Don Juan". Dice haber conocido a dos de los personajes del Tenorio. Ciutti era un criado italiano del Caf¨¦ del Turco que el autor frecuentaba en Sevilla, y Girolamo Buttarelli, el hostelero en cuyo establecimiento se hab¨ªa hospedado don Jos¨¦ en la calle del Carmen de Madrid. Buttarelli era c¨¦lebre "por unas chuletas esparrilladas, las m¨¢s grandes, jugosas y baratas que en Madrid se han comido".
Cuando Zorrilla escribi¨® el Tenorio, no exist¨ªa a¨²n la Ley de Propiedad Literaria y no percibi¨® derecho alguno.
"Mi Don Juan produce un pu?ado de miles de duros anuales a sus editores y mantengo con ¨¦l en la primera quincena de noviembre a todas las compa?¨ªas de verso de Espa?a". "Viendo", escribe, "que mi vida se alargaba m¨¢s de lo que yo esperaba, me dirig¨ª al Gobierno y el Gobierno me dio pan y con ¨¦l me he contentado".
Quiz¨¢ en la ligereza imprevisora y la falta de reflexi¨®n" que el autor reconoce en la obra, est¨¢ el ¨¦xito del Tenorio. "Si un vanidoso", dice Zorrilla, "hubiera en mi lugar escrito el Don Juan, hubiera sido necesario echarle de Espa?a, porque hubiera querido ser ministro de Hacienda, gobernador de Cuba y tener estatuas en vida".
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