El dif¨ªcil comienzo de la 'estrella' de la reforma
La conflictividad sigue marcando los cambios introducidos con la ESO
Aunque la aplicaci¨®n de la ESO se adelant¨® de modo experimental en algunos centros, el presente curso es el primero en el que se ha implantado por obligaci¨®n el primer a?o de esta etapa. La bandeja con los cambios de la ESO, considerada la estrella de la reforma, ya est¨¢ servida. Pero los recortes presupuestarios y las dificultades con que se topa la aplicaci¨®n de algo novedoso han venido a ensombrecer el horizonte: Las asociaciones de padres est¨¢n que trinan. Profesores y alumnos se suman a la protesta. Porque de los planes a la realidad hay un largo trecho.Faltan laboratorios de pr¨¢cticas, profesorado y respeto al n¨²mero m¨¢ximo (30) de alumnos por aula. Los padres denuncian que la implantaci¨®n de la ESO no se est¨¢ llevando a cabo en todos los centros con los mismos medios y consideran que las graves deficiencias que afectan a algunos pueden ser motivo de inconstitucionalidad: se est¨¢n produciendo diferencias entre unos institutos y otros, entre autonom¨ªas, entre zonas urbanas y rurales.Concentraci¨®n
"Se est¨¢ haciendo sin las instalaciones adecuadas", denuncia CEAPA (Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, de car¨¢cter laico) despu¨¦s de una reuni¨®n celebrada a lo largo del fin de semana y que ha convocado una concetraci¨®n el 30 de noviembre ante el ministerio. "Todav¨ªa no est¨¢n preparados los proyectos de planes de estudio de ciclo", dicen. "En concreto, los escolares de 1? de ESO en colegios de primaria est¨¢n trabajando 25 horas en lugar de las 28 reglamentadas, no se benefician de los departamentos de orientaci¨®n, ni de talleres y laboratorios y los profesores especialistas que se dedican a varias especialidades que no son la que dominan.", dice Carlos Ladr¨®n de Guevara, presidente de CEAPA.
Estos padres, que se niegan a aceptar los recortes presupuestarios, a?aden a la lista el perjuicio que est¨¢n sufriendo los alumnos marginales y con necesidades especiales, ya que, con el paso al primer ciclo de la ESO, "se ha abandonado la atenci¨®n a la integraci¨®n".
La reducci¨®n de la oferta de asignaturas optativas, la falta de transporte escolar en el medio rural o la subida de tasas de comedor, como en Arag¨®n, que ha alcanzado hasta el 35%, forman parte de la lista de quejas.
En algunos casos, las dificultades vienen por las malas condiciones de los edificios. "En nuestro centro no se puede impartir el primer ciclo con un principio de calidad", afirma Esther Bl¨¢zquez, profesora de filosof¨ªa en el instituto Mar¨ªa Zambrano de Legan¨¦s (Madrid). Faltan conserjes, los alumnos comparten edificio con otro centro sin muro de separaci¨®n, las escaleras son peligrosas. "Los padres no deber¨ªan aceptar estas condiciones", afirma la profesora, temerosa tambi¨¦n ante la posibilidad de que se "prolonguen los h¨¢bitos m¨¢s infantiles de la EGB hasta los 15 a?os. Muchos de ellos no tienen freno en su conducta".
"No se puede aplicar una reforma sin dinero", protestan los sindicatos de profesores. Los docentes interinos, los m¨¢s afectados por la pol¨ªtica restrictiva, y los alumnos, convocados por el Sindicato de Estudiantes, saltaron a la calle la semana pasada con su protesta ante el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura.
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