Liga y patria

ARDANZA Y Pujol han respaldado la idea de que comunidades como las que presiden tengan sus propias selecciones deportivas y puedan participar en cuanto tales en las competiciones internacionales. La referencia invocada ha sido la del Reino Unido, donde Escocia, Gales e Irlanda del Norte cuentan con selecciones de f¨²tbol independientes de la de Inglaterra y con reconocimiento por la Federaci¨®n Europea e Internacional de ese deporte. La descalificaci¨®n de la pretensi¨®n de los nacionalistas por parte del portavoz del Gobierno, Miguel Angel Rodr¨ªguez, que la tach¨® de "sandez", provoc¨® una airada llamada de atenci¨®n de Pujol en el discurso de apertura del 10? congreso de su partido. El seleccionador nacional, Javier Clemente, ha considerado "respetable pero no factible" la idea, porque no se adapta a las condiciones establecidas por la FIFA. Tiene raz¨®n. Una cosa es que se pueda formar una selecci¨®n de jugadores vascos, o catalanes, y que juegue partidos amistosos como los que de hecho disputa desde hace a?os, por navidades, un combinado vasco, y otra su participaci¨®n en competiciones oficiales internacionales, para lo que ser¨ªa preciso contar con campeonatos propios, como ocurre en Escocia y el Ulster (no as¨ª, sin embargo, en Gales, cuyos equipos profesionales participan en la Liga inglesa).

Aparte del tono zafio con que lo hizo, la descalificaci¨®n de Rodr¨ªguez es un tanto sumaria. La selecci¨®n vasca, por ejemplo, cuenta con una tradici¨®n venerable: en plena guerra civil, un equipo que llevaba el nombre de Euzkadi y en el que figuraban los mejores jugadores de la selecci¨®n espa?ola de la ¨¦poca -los Gorostiza, Iraragorri, L¨¢ngara, Zubieta, Regueiro, entre otros-llev¨® la ikurri?a a campos de Francia, Polonia, Checoslovaquia Rusia Finlandia, Noruega, Dinamarca, M¨¦xico, Chile...

Pero era en circunstancias de guerra, con el campeonato espa?ol interrumpido. En condiciones de normalidad, como las actuales, es dudoso que los aficionados vascos y catalanes estuvieran dispuestos a que sus equipos favoritos dejaran de disputar los campeonatos espa?oles, que eventualmente les dan acceso a los continentales, para hacerlo en competiciones circunscritas a su comunidad, como ocurri¨® hasta fines de los a?os veinte. Prefieren ver al brasile?o Ronaldo contra el Madrid que contra el Lleida o el Gramanet. De donde se deduce que la Liga sigue siendo el m¨¢s eficaz ant¨ªdoto contra las tentaciones independentistas.