Ra¨²l endereza un partido ¨¢spero
Espa?a golea a Eslovaquia gracias a su inspirac¨ª¨®n individual

Andaba feo el partido, con Es pa?a sometida por Eslovaquia, un equipo tan animoso como rampl¨®n. Durante todo un primer tiempo, los eslovacos hab¨ªan tuteado a su conspicuo rival, tambi¨¦n convaleciente -por un marcador inquietante (1-1). Y entonces, reci¨¦n estrenado el segundo tiempo, emergi¨® Ra¨²l. El solo desempolv¨® el encuentro. Teji¨® dos toques m¨¢gicos y Eslovaquia se fue al garete hecha a?icos. Fueron dos pases envueltos de fantas¨ªa y ejecutados en el mism¨ªsimo balc¨®n del ¨¢rea, donde todo resulta m¨¢s complicado al ser la zona m¨¢s poblada por las defensas. Ra¨²l descorch¨® una noche amenazante y puso el Heliodoro Rodr¨ªguez a sus pies. Con la hinchada coreando el nombre del reto?o madridista, Espa?a se dio un respiro y cerr¨® una goleada que le permite seguir en la senda que conduce al Mundial de Francia.De entrada, Clemente traz¨® un equipo menos criteriado. As¨ª lo delat¨® la ausencia de Guardiola, una decisi¨®n decepcionante que indicaba las intenciones del t¨¦cnico: primero desgastar al rival y luego manejar el partido. Una teor¨ªa que le ha dado muchos ¨¦xitos, pero ayer result¨® un peque?o fracaso. Porque era una noche para Guardiola. El azulgrana es el mejor pensador del f¨²tbol espa?ol, ha mejorado extraordinariamente sus prestaciones defensivas (tambi¨¦n lo suscribe el seleccionador) y es uno de esos tipos que sirven de gu¨ªa espiritual a sus compa?eros (a¨²n parpadea en la retina su caudillaje en el Bar?a-Atl¨¦tico). Ante un rival como Eslovaquia, un advenedizo en la pasarela internacional, Espa?a estaba obligada a masticar el partido. Y nadie como Guardiola para marcar los tiempos necesarios. Sin ¨¦l, Hierro -un gran defensa al que, por su envergadura, se le atragantan las distancias cortas cuando queda atrapado en el medio campo- y Amor -sin ritmo por su suplencia en el Bar?a- tomaron el mando. El juego espa?ol qued¨® penalizado. Antes del gol de Tittel (quiz¨¢ ayudado por el viento que sacud¨ªa Tenerife), el capit¨¢n espa?ol ya hab¨ªa visto de cerca dos remates de cabeza de los eslovacos y una pifia de Timko sin que nadie le ahogara en el punto de penalti. Espa?a se hab¨ªa quedado anclada en el minuto inicial, cuando Ra¨²l y Julen estuvieron a punto de abrir el marcador. Pero, cuando pasaba su peor trago, una arrancada en diagonal de Luis Enrique program¨® el gol de Pizzi. Y, de paso, desnud¨® a Eslovaquia
A¨²n perturbada por el empate, Espa?a tom¨® al asalto el segundo periodo. En un suspiro, Ra¨²l, grapado en la banda izquierda, se elev¨® por encima de todos y puso el partido de cara. Fueron dos gestos de grandeza de un chico de 19 a?os que, en un deporte cada vez m¨¢s encorsetado desde las pizarras, juega con una caradura elogiosa. Amor y Luis Enrique las aprovecharon y empinaron el encuentro. Desde ese instante, para Espa?a todo fue diversi¨®n. Ra¨²l se reivindic¨® como nunca y ya estaba Guardiola. Con cerebro e inspiraci¨®n, la noche pas¨® del mal trago inicial a un f¨²tbol m¨¢s cautivador. Porque el grupo que por fin ha seleccionado Clemente es capaz de embriagar a la hinchada. Los Guardiola, Kiko, Julen, Alfonso, Ra¨²l, Hierro y compa?¨ªa tienen el cr¨¦dito suficiente para engalanar cualquier equipo. Si est¨¢n en el equipo es porque Clemente paladea su juego. Y si el t¨¦cnico es capaz de conjugar su ideario con el chip de estos futbolistas, Espa?a tendr¨¢ motivos para ilusionar.
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