Tiempo soleado

Aunque tiene 64 a?os y acaba de ser abuelo se le ve con muchas ganas. Un conocido actor coment¨® al verle dirigir a sus m¨²sicos que le recordaba a alg¨²n entrenador deportivo estadounidense. Joe Zawinul podr¨ªa dedicarse a tocar a Brahins y Haydn o darle una nueva vuelta de tuerca al jazz m¨¢s cl¨¢sico, pero ¨¦l busca una m¨²sica universal que se pueda bailar.A Zawinul le ha dado por emular a Salif Keita. Y se suelta a cantar en bambara como si lo hubiera hablado toda la vida. El bajista camerun¨¦s tuvo que disimular que se estaba tronchando: no se sabe si por lo divertido de la letra o por el acento del austriaco. Al de Mali se lo trajo grabado en una pieza y tambi¨¦n por v¨ªa del bater¨ªa Mokhtar Samba. Claro que a Zawinul siempre le tir¨® lo negro. En los sesenta pas¨® del Conservatorio de Viena a acompa?ar a una cantante de color por ciudades norteamericanas en las que la segregaci¨®n racial les hac¨ªa la vida dif¨ªcil.

Nadie ha hecho sonar los teclados electr¨®nicos como ¨¦l. Impresionan los timbres casi humanos que logra extraer de esos diab¨®licos artefactos que han consumido a tantos de sus colegas en est¨¦riles exhibicionismos. Este nieto de c¨ªngaros centroeuropeos, rodeado de m¨²sicos africanos y asi¨¢ticos, probablemente sea una par¨¢bola del ¨²nico futuro deseable para el Viejo Continente. Junto a ¨¦l, j¨®venes instrumentistas de Senegal, Camer¨²n y la India; son su gente -My people se titula su ¨²ltimo disco-, y han crecido escuchando grabaciones de Weather Report. En muchos momentos plane¨® la sombra de aquel grupo fascinante, que comparti¨® con Wayne Shorter, y por el que pasaron gigantes como Jaco Pastorius o Airto Moreira. Josef Zawinul es el hombre del tiempo: el ¨²ltimo parte meteorol¨®gico prev¨¦ tiempo soleado.