La propuesta espa?ola a los Quince sobre Cuba calca las peticiones de EE UU a la UE

La propuesta del Gobierno espa?ol para endurecer las relaciones de la Uni¨®n Europea (UE) con Cuba calca y desarrolla el grueso de las reivindicaciones que el enviado especial norteamericano Stuart Eizenstat formul¨® el pasado septiembre en su gira a las capitales europeas. S¨®lo evita reproducir cuatro de ellas. Esta m¨ªmesis de la postura de Madrid con la de Estados Unidos, en la que subyace la b¨²squeda de compensaciones en el litigio de la ley Helms-Burton, es la que provoc¨® la reticencia de Francia al documento espa?ol, que ahora reescribir¨¢ la presidencia irlandesa.

El embajador Eizenstat aterriz¨® en Europa en septiembre, en plena crisis de Washington con la UE por la ratificaci¨®n de la ley HelinsBurton, que persigue ciertas inversiones europeas en la isla. Procedente de M¨¦xico y Canad¨¢ -pa¨ªses que comparten con Europa la estrategia de "presi¨®n sin acoso" al r¨¦gimen de Fidel Castro-, se entrevist¨® con varios Gobiernos europeos, entre ellos el belga, el italiano, el espa?ol y el irland¨¦s.A todos ellos les pidi¨® lo mismo: que coordinasen sus posturas con la de Washington endureciendo su postura con La Habana, lo que rebajar¨ªa las tensiones entre aliados. En pago, les prometi¨® literalmente que esa "acci¨®n conjunta y estrechamente coordinada permitir¨ªa suspender nuevamente en enero de 1997 la aplicaci¨®n del t¨ªtulo 3 de la ley Helms-Burton [el que persigue a determinados inversores en Cuba] durante otro semestre, prorrogable sucesivamente", seg¨²n ha verificado este peri¨®dico en fuentes diplom¨¢ticas.

Pero las reuniones de Eizenstat no se limitaron a este enfoque global. El diplom¨¢tico ley¨® a los europeos el cat¨¢logo de medidas "a t¨ªtulo ilustrativo" (es decir, ampliables) que Canad¨¢, M¨¦xico y la UE deber¨ªan, en su opini¨®n, aplicar. Este diario ha tenido acceso a dicha plataforma en todos sus detalles.

La comparaci¨®n entre ¨¦sta y el documento presentado el jueves en Bruselas a la UE por el Gobierno espa?ol evidencia que ¨¦ste ha satisfecho las reivindicaciones de Washington.

En algunos aspectos -como en el detalle de las condiciones impuestas a Castro para que se active la cooperaci¨®n-, con creces. Madrid s¨®lo ha evitado plasmar en el texto cuatro de las sugerencias de Eizenstat: la exigencia a Cuba de promover la propiedad privada, la negaci¨®n de cr¨¦ditos "concesionales" (subvencionados), la negaci¨®n de cooperaci¨®n nuclear y la adopci¨®n por las empresas privadas de un c¨®digo de conducta similar al que se estableci¨® contra la Sur¨¢frica del apartheid. En todo lo dem¨¢s ha sido colmado, como indica el cuadro que acompa?a esta informaci¨®n.

?Qu¨¦ ocurre ahora con el documento? Antes de nacer, Madrid lo suaviz¨® para hacerlo digerible a sus socios: elimin¨® el enfoque todo-o-nada (ni un apoyo econ¨®mico sin reforma global) para permitir la cooperaci¨®n econ¨®mica "a medida que avance" la democratizaci¨®n, especific¨® que s¨®lo se ayudar¨ªa a las organizaciones civiles pac¨ªficas, puli¨® sus mayores tosquedades.

Ahora lo reescribir¨¢ Irlanda, atendiendo las enmiendas verbales. Entre ellas, la de Dinamarca, opuesta a especificar los mandamientos a Fidel Castro, contra lo que ped¨ªa Estados Unidos. Tras el nuevo afeitado podr¨¢ convertirse en "posici¨®n com¨²n" de los Quince, quiz¨¢ el pr¨®ximo 6 de diciembre. El nuevo redactor tiene tambi¨¦n "serias reticencias", seg¨²n adelant¨® un portavoz de la presidencia irlandesa.