Marisa Monte hace balance de 10 a?os de m¨²sica con su nuevo disco

La aparici¨®n de Marisa Monte en la televisi¨®n brasile?a en las navidades de 1987 caus¨® sensaci¨®n. En sus ¨¢lbumes ha contado con colaboraciones de Philip Glass, Salcamoto y David Byrne. Su nuevo disco, Baruffinho bom, ha tenido problemas de censura en Estados Unidos. Hoy act¨²a en Barcelona (Zeleste), ma?ana en Valencia (Centro Cultural Bancaja), el s¨¢bado en Granada (Auditorio Falla) y el domingo en Madrid (teatro Monumental).

Los problemas con Barulhinho bom -A great noise, en la edici¨®n internacional, de id¨¦ntico contenido- surgieron cuando tres de las mayores distribuidoras de discos de Estados Unidos se negaron a venderlo a causa de la portada. "Absolutamente rid¨ªculo, porque es el dibujo de un busto desnudo de mujer. Y hay pechos hasta en el techo de la Capilla Sixtina", dice Marisa Monte, que, antes que cambiar todo el dise?o gr¨¢fico de la carpeta, estaba decidida a no publicar el disco all¨ª. La soluci¨®n ha sido colocar una solapa en la portada y contraportada. "Ser¨¢ peor para ellos, porque la gente va a preguntarse qu¨¦ ha pasado", afirma.Gracias a la pol¨¦mica, le est¨¢n Pidiendo informaci¨®n sobre el dibujante Carlos Z¨¦firo, que, entre 1955 y 1970, edit¨® de forma clandestina revistas de las que se dec¨ªa que eran para leer con una sola mano: "Resultan casi ingenuas en el mundo de hoy, de sexo cibern¨¦tico e industrial", asegura. "Vendi¨® millones de ejemplares. Su obra representa el pop brasile?o y tiene un gran peso hist¨®rico puesto que trabaj¨® incluso en el auge de la represi¨®n pol¨ªtica". Hasta un a?o antes de su muerte, ocurrida en 1992, nadie supo qui¨¦n era la persona que firmaba con ese nombre: un funcionario p¨²blico llamado Alcides Caminha, que tambi¨¦n compon¨ªa sambas.

Para ella, Z¨¦firo tiene que ver con el rescate del pasado. Igual que cuando interpreta al fallecido Cartola. "Son cosas de valor que est¨¢n fuera del mercado, y me siento feliz de contribuir a que vuelvan a circular", confiesa Marisa Monte, una cantante importante a la hora de soldar la fractura musical entre varias generaciones en Brasil. Tampoco deja aspectos de su trabajo en manos ajenas: "La gracia est¨¢ en hacer las cosas. Yo no podr¨ªa llegar y que todo estuviera listo. En mi caso, cantar no es s¨®lo cantar: quiero formar parte del proceso".

"Barulhinho bom es un disco de transici¨®n, con 11 canciones grabadas en concierto y siete en estudio", explica. "Mi carrera se estructura en el escenario y quer¨ªa un registro de estos a?os. Hay que tener una *fotograf¨ªa de vez en cuando". Incluye Blanco, poema de Octavio Paz traducido por Haroldo de Campos y musicado por ella: "Me veo en lo que veo...': lo que percibimos tiene que ver m¨¢s con lo que nosotros somos que con lo que son los dem¨¢s".

A Marisa Monte no le interesa mucho el mercado internacional. "Todo tiene su precio", dice. "Vivir fuera de Brasil, cantar en ingl¨¦s... No me veo haciendo una carrera tipo Gloria Estefan. No tengo esa ambici¨®n de vender 20 millones de discos y dar giras por el mundo. En dos a?os he dado 200 conciertos en mi pa¨ªs. Son muchos viajes, muchos hoteles y aeropuertos. Necesito estar con mis amigos, m¨ª familia, ocuparme de otros asuntos. No quiero perder las referencias. Ya existe una demanda muy superior a lo que puedo asumir f¨ªsicamente sin comprometer mi salud y mi felicidad".