Tomar conciencia
Para que se reunieran todos los elementos del drama s¨®lo faltaba que una de las personas detenidas en Burdeos acusadas de pertenecer a ETA fuera hija de un guardia civil. El caso de Nieves S¨¢nchez del Arco no es, sin embargo, el primero. Tambi¨¦n eran hijos del cuerpo David Alvarez Pe?a, activista que pereci¨® en un Intento de asalto a la garita de la Guardia Civil de las obras de la central nuclear de Lem¨®niz, en 1979, y su hermano Mario, fallecido dos a?os despu¨¦s al estallarle una bomba que manipulaba. Hace unos 15 a?os se public¨® una entrevista con un concejal de HB hijo de guardia civil. Dec¨ªa que hab¨ªa decidido afiliarse a esa coalici¨®n tras "tornar conciencia de la opresi¨®n que sufrimos como pueblo". Por entonces ETA asesinaba polic¨ªas y guardias civiles a raz¨®n de uno a la semana. Es dif¨ªcil penetrar en el coraz¨®n humano, pero no parece descabellado suponer que esos cr¨ªmenes hab¨ªan ayudado al concejal abertzale a tomar conciencia y elegir campo.Los peri¨®dicos tambi¨¦n informaban ayer del intento de linchamiento del alcalde de Hemani por un grupo de encapuchados. Hernani es un pueblo de 18.000 habitantes cuyo alcalde, Jos¨¦ Antonio Rekondo, de EA, fue elegido el a?o pasado con el respaldo del PNV y PSOE. Las im¨¢genes de aquel d¨ªa -la violenta irrupci¨®n de una masa vociferante que pugnaba por agredir a los ediles, amenaz¨¢ndoles con un estribillo siniestro- recuerdan demasiado a escenas de la Alemania de los a?os 30 para haberlas olvidado. En marzo de este a?o, un concejal de EA en el ayuntamiento de Oiartzun, Jos¨¦ Mar¨ªa Mitxelena, dimiti¨® tras haber encontrado a la, puerta de su casa, como culminaci¨®n de una serie de amenazas nada veladas, el cad¨¢ver de un gato degollado. Su sustituto, del mismo partido, tambi¨¦n dimitir¨ªa poco despu¨¦s ante el acoso de que estaba siendo objeto por parte de los radicales.
Suele decirse que en Euskadi ocurren cosas que cuesta entender fuera; en realidad es en Euskadi donde menos se entienden. En un art¨ªculo publicado aqu¨ª en septiembre pasado, Carlos Mart¨ªnez Gorriar¨¢n recordaba los tiempos, a fines de los setenta, en que los neoabertzales que por entonces despuntaban en Hemani pinchaban las ruedas de los coches de los militantes de izquierda del pueblo, los ¨²nicos que hab¨ªa sido activos contra el franquismo en los a?os anteriores, y les abucheaban cuando, en sus m¨ªtines, invocaban la autodeterminaci¨®n. Seg¨²n Gorriar¨¢n, la radicalizaci¨®n abertzale de Hemani fue alimentada inicialmente por la brutalidad policial, pero tambi¨¦n, enseguida, por Ias concesiones ideol¨®gicas y renuncias c¨ªvicas de los dem¨¢s".
Ayer mismo, entrevistado por la radio, el lehendakari argumentaba que "o prohibimos a HB o tenemos que considerarla una opci¨®n m¨¢s, y de fuerza comparable al PSOE o el PP". En las ¨²ltimas elecciones, HB obtuvo el 12,3% de los votos, el PP el 18,3% y el PSOE el 23,5%. Pero, aparte de eso, que HB sea una opci¨®n legalizada no obliga, por ejemplo, a que los concejales de EA de Mondrag¨®n (25.000 habitantes) gobiernen en alianza con el partido de los que acosan, amenazan y agreden a sus compa?eros de Oiartzun o Hernani.
Tampoco obliga a compensar las condenas de los secuestros y agresiones con la b¨²squeda incesante de motivos que ayuden a comprender las hondas motivaciones pol¨ªticas de sus autores. Hace dos meses, en un acto celebrado en Estella, el secretario general de EA animaba a los j¨®venes de su partido a vencer "la tentaci¨®n autonomista" y a "superar" el Estatuto de Gernika para asegurar la "pervivencia de Euskadi". Si es eso lo que est¨¢ en juego, ?c¨®mo extra?arse de que haya adolescentes convencidos de que las "frustraciones y heridas hist¨®ricas del pueblo vasco" de que ayer mismo hablaba Garaikoetxea justifican el recurso a m¨¦todos extraconstitucionales? Lo que no se entiende, ni en Madrid ni en Hernani, es que se considere fascistas a los secuestradores de Delclaux y agresores de Rekondo y a continuaci¨®n se diga que el enemigo del pueblo vasco es "el nacionalismo espa?ol impositivo". En fin, cuando alguien dice que teme m¨¢s a Espa?a -que no le amenaza- que a ETA -que no deja de hacerlo- est¨¢ simplemente indicando que la amenaza ha surtido efecto.
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