Una vida entre chatarra y jeringuillas
Una sucia y sombr¨ªa chabola de 16 metros cuadrados es la casa que levant¨® hace un mes en Los Focos el matrimonio detenido por la intoxicaci¨®n de su beb¨¦ de dos meses y medio. "Antes viv¨ªan junto a sus padres en Los Pitufos [un poblado de realojamiento de Vallecas villa], y decidieron mudarse porque quer¨ªan tener m¨¢s familia", explic¨® un cu?ado de la mujer detenida. La chabola del padre, C. R. M., de 18 a?os, y E. P. M., de 17, es la ¨²ltima del nuevo n¨²cleo de chamizos que se levantan en la encrucijada de la M-40 y la carretera de Vic¨¢lvaro, justo al otro lado de las viviendas prefabricadas de Los Focos.Entre las fr¨¢giles paredes de la caseta estaban revueltos anoche un colch¨®n, un somier, un televisor, cuatro sillas y varias bolsas. En una esquina, la estufa de le?a rompe con el tiro el techo de madera. Varias gotas de lluvia se colaban por el tejado ayer por la tarde. "Mira, aqu¨ª es donde viv¨ªan. Pasando fr¨ªo y muchas necesidades", dec¨ªa la hermana del padre.
Alrededor de la chabola de los j¨®venes padres, tres jeringuillas mostraban a¨²n restos de sangre. Varios toxic¨®manos deambulaban por el poblado con los ojos extraviados. Al tiempo, una decena de ni?os jugaba al f¨²tbol con un bal¨®n desinflado. Los peque?os re¨ªan porque uno de ellos hab¨ªa situado a un perro embarrado haciendo las veces de portero. Fuera del chamizo de los detenidos estaba aparcado ayer tarde un Seat 131 matr¨ªcula de Ciudad Real. Con ese coche, comentaban los familiares, el joven matrimonio sol¨ªa recoger chatarra en las obras de la ciudad y, en los vertederos. "El conduc¨ªa y recog¨ªa el hierro y todo lo que pod¨ªan vender, y ella le esperaba en el coche", coment¨® un cu?ado.
Los moradores del poblado aseguran que con la chatarra viven d¨ªa a d¨ªa: "Estamos todo el d¨ªa recogiendo y trabajando", explican. "Hay d¨ªas que est¨¢s m¨¢s de catorce horas por las obras y por un mont¨®n de sitios y no sacas nada", a?aden. Por cada kilo de hierro pagan 13 pesetas, y cuatro por el de cart¨®n y papel. A unos metros de la chabola yace el cad¨¢ver de un perro. "Era de ellos. Se lo han matado hace poco", dice un hombre. El hedor se extiende por el poblado.
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