S¨®lo 202 victimas de delitos violentos han solicitado la ayuda prevista por la ley
La normativa aprobada en diciembre pasado sigue siendo pr¨¢cticamente desconocida

?Ha sido usted v¨ªctima de un delito? ?sta es la pregunta que encabeza, un peque?o folleto editado por el Ministerio de Justicia e Interior a fines del gobierno socialista, dirigido a las v¨ªctimas de los delitos violentos y que, seg¨²n la Ley de Ayudas y Asistencia a las V¨ªctimas de Delitos Violentos y contra la Libertad Sexual, tienen derecho a una ayuda econ¨®mica del Estado cuando perciban la indemnizaci¨®n fijada en sentencia. Tras casi un a?o de su aprobaci¨®n, hasta el 15 de octubre pasado s¨®lo se hab¨ªan planteado 202 solicitudes de ayuda. En 1995 hubo 16.147 de estos delitos.
La ley es en la actualidad pr¨¢cticamente desconocida, no s¨®lo entre las v¨ªctimas de esos delitos, sino incluso en muchos tribunales de justicia."Es una cifra muy reducida", indica el magistrado Juan Luis Ibarra, uno de los t¨¦cnicos del anterior equipo de Justicia que coordin¨® los trabajos de la citada ley. La incidencia de este tipo de delitos, -homicidios, asesinatos, lesiones y agresiones sexuales- es mucho mayor. En 1994 la suma de estos cuatro delitos provoc¨® un total de 20.692 denuncias. En 19951 las denuncias por muertes vio lentas, lesiones y agresiones sexuales ascendi¨® a 16.147, seg¨²n datos del Ministerio de Interior. La citada ley es una de las pocas iniciativas legislativas adoptadas para intentar resarcir a las v¨ªctimas de los delitos que, seg¨²n coincide la mayor¨ªa de los operantes de la justicia, son las grandes olvidadas de la regulaci¨®n penal. As¨ª lo indica la propia exposici¨®n de motivos de la ley: "En muchas ocasiones, el abandono social de la v¨ªctima tras el delito, su etiquetamiento, la falta de apoyo psicol¨®gico, la necesidad de revivir el delito a trav¨¦s del juicio oral ( ... ) producen efectos tan dolorosos para la v¨ªctima como los que directamente se derivan del delito". Los autores de delitos violentos son condenados por los tribunales a indemnizar econ¨®micamente a sus v¨ªctimas. Pero casi nunca se hacen efectivas, sencillamente porque la mayor¨ªa de* los agresores es o se declara insolvente. Y los jueces que tampoco suelen comprobar si la insolvencia es cierta o. simulada. En la pr¨¢ctica, es la v¨ªctima la que tiene que movilizarse para averiguar si su agresor tiene medios econ¨®micos o no.
Situaciones ins¨®litas
A veces, la b¨²squeda de pruebas sobre la solvencia del condenado ha llevado a situaciones ins¨®litas, como ocurri¨® hace unos a?os en un caso juzgado en la Audiencia de Barcelona. Aunque el delito era de estafa, y no entraba, por tanto, dentro de los supuestos de la ley de Asistencia. El acusado fue condenado a abonar cerca de 5 millones a las v¨ªctimas de la estafa, pero el condenado se declar¨® insolvente y los estafados no cobraron. El caso se cerr¨® pero se volvi¨® a reabrir cuando una de las v¨ªctimas del enga?o vi¨® a su estafador ganar premios en met¨¢lico en un concurso televisivo, Lo denunci¨® al tribunal y ¨¦ste embarg¨® el premio del concurso."A diferencia de los autores de delitos de cuello blanco, los delincuentes que roban y causan da?o a la v¨ªctima, los que matan y muchos de los violadores son insolventes, por lo que la v¨ªctima dif¨ªcilmente puede resarcirse", explica la magistrada Montserrat Comas.
"La f¨®rmula de pagar a plazos las indemnizaciones tampoco suele dar buenos resultados.
Si est¨¢n en prisi¨®n, van pagan do las cantidades pactadas pero suelen dejar de hacerlo en cuan to salen en libertad condicional", cuenta otro magistrado que, adem¨¢s, entiende "que no son formas, puesto que la v¨ªctima se puede ver obligada a aguardar a?os para- cobrar la indemnizaci¨®n".
A veces, se producen situaciones casi perversas para la v¨ªctima. Opina as¨ª la letrada Mar¨ªa Jos¨¦ Varela por un caso que ha ocurrido con una clienta suya que fue violada. El agresor fue condenado a 13 a?os de c¨¢rcel en 1992. Pidi¨® el pago aplazado de la indemnizaci¨®n fijada: 10 millones de pesetas. El tribunal dio el visto bueno al pago de 25.000 pesetas al mes. S¨®lo pag¨® dos. Al cabo -de un tiempo, en 1995, el condenado obtuvo el. r¨¦gimen abierto, petici¨®n que fue, planteada con el argumento de que si trabajaba, podr¨ªa pagar a la v¨ªctima. No lo hizo y, adem¨¢s, solicit¨® el levantamiento del embargo de su 1 veh¨ªculo -acordado por el trbunal para poder trabajar. Y la letrada resume: "El resultado es que el agresor est¨¢ en r¨¦gimen de semilibertad y la v¨ªctima sigue sin cobrar la indemnizaci¨®n".
Tanto esta abogada como jueces consultados coinciden en que la ley de Asistencia a la V¨ªctimas de Delitos Violentos no es suficientemente conocida por los operantes de la justicia, en general, pero, sobre todo, por las v¨ªctimas, en particular. El folleto que edit¨® el Ministerio de Justicia ha tenido una distribuci¨®n m¨ªnima e incluso portavoces del citado ministerio remiten a Interior al ser preguntados sobre la cuesti¨®n.
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