El Womad descubre a Afro Celt Sound System
El s¨¢bado se registr¨® un r¨¦cord de asistencia
La elecci¨®n de la playa de Las Canteras para celebrar el festival de la pluralidad es cualquier cosa menos casual. Adem¨¢s del calor, hay algo tambi¨¦n importante: su cosmopolitismo. En la comunidad canaria se respira aire sahariano, existe un singular sentimentalismo por Cuba y el Caribe y una nutrida presencia oriental. Pocos lugares en el mundo est¨¢n tan cualificados para recibir al c¨¦lebre supermercado cultural itinerante cuyo director es Peter Gabriel.
El s¨¢bado se registr¨® el r¨¦cord de asistencia en el Womad. Seg¨²n la polic¨ªa local, 120.000 personas circularon en alg¨²n momento de la noche entre los 500 metros que separan el escenario principal del secundario. Muchas de ellas hab¨ªan visitado los distintos talleres donde se desvelaban los secretos de la danza brasile?a, la confecci¨®n de l¨¢mparas japonesas o el arte del sampling.La jornada arranc¨® a las 19.30 con la fugaz pero intensa actuaci¨®n del tanzano Huwke Zawose, a quien sigui¨® una dama pr¨®diga en visitas a nuestro pa¨ªs, la israel¨ª Noa. Due?a de un f¨ªsico bastante m¨¢s ex¨®tico que su m¨²sica -pop ortodoxo con espor¨¢dicos arreglos orientales- Noa arranc¨® palmas y termin¨® cada canci¨®n con una reverencia que parec¨ªa invitar al siguiente grupo, Purna das Baul. Se trata de la s¨¦ptima generaci¨®n de una estirpe de trovadores m¨ªsticos que practica el nomadismo en su pa¨ªs, la India, con el fin de perpetuar una tradici¨®n que fusiona el hinduismo, la doctrina sufi, el islam y el budismo t¨¢ntrico. El p¨²blico, boquiabierto.
Hacia las once, de la noche le lleg¨® el turno a Jaime Anglada, un cantautor-rockero al que una voz extranjera introdujo como "el autor del primer disco de rock and roll espa?ol del 97'. Lo que se vio en las canteras fue m¨¢s bien discreto: intenciones buenas y ejecuci¨®n correcta, influencias cl¨¢sicas y originalidad escasa. Despu¨¦s llegaron los rusos Terem Quartet, que ya tocaron el d¨ªa anterior, y m¨¢s tarde, pasada la medianoche, Sonic Youth. Aunque los neoyorquinos no pegan ni con cola en un festival de esta naturaleza, fue notorio que buena parte del p¨²blico hab¨ªa venido expresamente para estrellarse contra su sonido oscuro, apocal¨ªptico y progresivo. Lee Ranaldo, guitarrista, cambi¨® de instrumento en cada canci¨®n como si buscara el que sonaba peor. Sonic Youth destrozan el rock, pero pueden hacerlo porque conocen bien sus reglas.
Con los escoceses Shooglenifty, considerados renovadores de la m¨²sica celta, volvieron las ganas de bailar. Como Sonic Youth, dominan su materia y la llevan a otro terreno; ellos enriquecen, el folk integr¨¢ndole atm¨®sferas tecno. Algo parecido hacen Afro Celt Sound System, quienes quedar¨¢n como la revelaci¨®n de este certamen. Ellos sintetizan la ideolog¨ªa del Womad: mezclan culturas -el grupo lo forman irlandeses y africanos-, presumen de contempor¨¢neos -trabajan con m¨¢quinas- y cuidan el aspecto visual, especialmente la danza. Grupos de laboratorio (Deep Forest, por ejemplo) se han acercado a este tipo de experimentos, pero nunca se ha visto un resultado tan convincente. Su repertorio incluye partituras de hace 600 a?os y piezas de jungle (una de las ¨²ltimas corrientes de la m¨²sica de baile).
A ¨²ltima hora de la tarde de ayer hab¨ªan actuado el percusionista japon¨¦s Joji-Hirota, la bailarina angloiran¨ª Medea, los canarios Tarantela, la tibetana Yung-chen Lhamo y los irlandeses larla y James. Todo estaba preparado para la aparici¨®n del rey del ra?, el argelino Khaled.
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