Caza de brujas
LA CRISIS pol¨ªtica que vive B¨¦lgica desde el pasado mes de agosto, cuando estall¨® el caso del presunto asesino de ni?as Marc Dutroux, acaba de alcanzar al viceprimer ministro, Elio di Rupo, acusado de abuso de menores por un dudoso y voluble testigo. Aunque el Gobierno belga y su primer ministro, Jean-Luc Dehaene, han invocado la presunci¨®n de inocencia, Di Rupo no ha conseguido la exoneraci¨®n del Parlamento, que ha pedido m¨¢s investigaciones.El caso ha dividido a las opiniones p¨²blicas flamenca y franc¨®fona. Han sido la prensa y dos partidos flamencos, el liberal y el ultraderechista Vlaams Blok, los principales motores de las sospechas; los liberales, porque buscan el adelanto de las elecciones, y los radicales, de derecha, porque promueven todo lo que sirva para dividir al pa¨ªs.
El caso ha permitido, adem¨¢s, que algunos irresponsables realicen una peligrosa amalgama entre comportamientos justiciables -desde la prostituci¨®n infantil hasta el asesinato- y opciones sexuales perfectamente leg¨ªtimas y honorables, y que esta confusi¨®n entre cosas tan dispares prenda fuertemente en una opini¨®n p¨²blica convulsionada. Los peores, fantasmas puritanos, e incluso inquisitoriales, han surgido tras las sospechas de que la red criminal de Dutroux pudiera haber contado con complicidades en la Administraci¨®n.
Nada hay mejor para los casos en que todo est¨¢ confundido que la clarificaci¨®n que aportan las sentencias. Cuando nada funciona, en cambio, lo que se hace es exponer al primer ciudadano objeto de sospecha al linchamiento y a la venganza p¨²blica. Esto es lo que est¨¢ sucediendo con Di Rupo. Despu¨¦s de sucesivos errores policiales y judiciales, que permitieron detener, juzgar y poner en libertad por buena conducta a Dutroux hace siete a?os, ahora todo est¨¢ dispuesto para que la sospecha hist¨¦rica se extienda sobre cualquier chivo expiatorio. B¨¦lgica ha conseguido as¨ª que su opini¨®n p¨²blica se plantee la pregunta monstruosa de si es posible tener como viceprimer ministro a un ciudadano con preferencias sexuales distintas a las confesadas por la mayor¨ªa.
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