Un choque con liturgia
A ocho d¨ªas para el 133 enfrentamiento Madrid-Barcelona, la atm¨®sfera se carga
Ninguna emoci¨®n es comparable a un Madrid-Bar?a". Lo dijo Valdano horas antes de emborracharse de gloria con un 5-0. "Jugar contra el Madrid es siempre una fiesta, lo m¨¢s bonito de cada temporada. la salsa del campeonato".Lo dijo Johan Cruyff en 1991; El Madrid-Bar?a en su versi¨®n n¨²mero 133 en la Liga espa?ola asoma por el horizonte. Quedan ocho d¨ªas. Ha empezado la cuenta atr¨¢s: la liturgia del gran duelo ha comenzado.
Y esa liturgia se refleja en todos los rincones del duelo. Un primer paso: la elecci¨®n del ¨¢rbitro. Los protagonistas har¨¢n una primera valoraci¨®n. Puede ser el primer elemento pol¨¦mico.
Segundo paso: el escenario, los precios de las localidades, la lucha por conseguir una entrada, las colas nocturnas. Ya por entonces, el choque ha entrado en fase de calentamiento: entrevistas de los jugadores, los duelos verbales entre los entrenadores, para dar paso finalmente a la intervenci¨®n de los dirigentes.
Pero este Madrid-Bar?a parece especial. ?Un grado m¨¢s de pasi¨®n? ?Es la Ronaldoman¨ªa la culpable? ?O son esos 9.000 millones de pesetas que se han gastado los dos grandes los que producen la sensaci¨®n de que el pr¨®ximo Madrid-Bar?a es algo especial?. Puede que esa sensaci¨®n, inagotable a?o tras a?o, forme parte de la liturgia.
"Llenar¨ªamos tres estadios". "Tenemos peticiones para llenar tres estadios", fueron las palabras del presidente Lorenzo Sanz hace unos d¨ªas. Pero algo parecido ha dicho el gerente del club en a?os anteriores. "Este a?o las previsiones se han desbordado". Pero, ?cu¨¢ndo no se han desbordado? La fiebre del f¨²tbol, la Liga de las estrellas, ha batido todos los pron¨®sticos. Pero ?cu¨¢ndo no ha ocurrido as¨ª? Pero la realidad es que la televisi¨®n ser¨¢ el ¨²ltimo recurso de millones de aficionados: No hay entradas para todos. Como siempre: hace dos a?os subieron a 9.000 pesetas la m¨¢s cara, el a?o pasado super¨® las 10.000. Este a?o est¨¢ en las 14.000. A las esperadas colas se unir¨¢ la t¨®pica cuesti¨®n de la reventa. Pero ... ?alguien conoce a un ser humano que haya pagado 50.000 pesetas por un Madrid-Bar?a?
La elecci¨®n del ¨¢rbitro. La elecci¨®n del colegiado siempre ha sido motivo de suspicacias, pero este a?o no hay un culpable con nombre y apellidos. A Brito Arceo lo ha elegido el ordenador. Otros a?os, las suspicacias nacieron el primer d¨ªa. Fue lo que le sucedi¨® a D¨ªaz Vega en la temporada 92-93. A Johan Cruyff no le agradaba. Ur¨ªo Vel¨¢zquez (temporada 1993-94) y Santamar¨ªa Uzqueda (94-95) no provocaron grandes convulsiones. S¨ª L¨®pez Nieto: "La pr¨®xima vez que nos toque L¨®pez Nieto preparar¨¦ el partido con 10 jugadores", declar¨® Cruyff en el ¨²ltimo partido disputado entre los dos equipos en el Bernab¨¦u (1-1) y en el que expuls¨® a Sergi.
?Se superar¨¢n las 22 c¨¢maras? Las televisiones auton¨®micas tienen la exclusiva de este partido. La cobertura t¨¦cnica la pone en este caso Telemadrid. Hace tres a?os, el despliegue de c¨¢maras para el partido fue de 22 (18 de Telemadrid m¨¢s cuatro c¨¢maras aut¨®nomas de cada canal auton¨®mico). Supon¨ªa doblar el despliegue habitual. ?Cu¨¢ntas c¨¢maras habr¨¢ en el choque de las estrellas del pr¨®ximo s¨¢bado?. Todo indica que se pueden superar las 25.
Los actores. Tampoco ellos, los protagonistas, quieren perderse un Madrid-Bar?a. Muchos jugadores han propiciado que se les mostrara una tarjeta dos partidos antes para estar en el Bernab¨¦u o el Camp Nou. Y suelen ser los menos pol¨¦micos. S¨®lo hombres como Stoichkov suelen romper la calma, como cuando arremeti¨® contra Mendoza en plena campa?a electoral (enero de 1995) coincidiendo con un Madrid-Bar?a: "Tenemos que quitarle de una vez la presidencia a Mendoza. Yo personalmente estoy esperando a que G¨®mez Pintado [uno de los candidatos] sea presidente".
Robson y Capello no polemizan
Johan Cruyff se ha medido a numerosos entrenadores madridistas: en los ¨²ltimos cinco a?os, Antic, Beenhakker, Floro, Valdano y Arsenio han sido sus contrincantes. Pero s¨®lo con Floro la pol¨¦mica tuvo un cierto sabor agrio. Con la llegada de Robson y Capello no parece que vayan a cambiar las costumbres. Ninguno de los dos suele hablar del rival. Robson es un caballero que mide sus palabras. Capello huye de la pol¨¦mica entre t¨¦cnicos.Y los presidentes. Desde el pacto propiciado por Tarradellas entre Luis de Carlos y Josep Llu¨ªs N¨²?ez, las relaciones Madrid-Bar?a han tenido altibajos. La larga etapa de Ram¨®n Mendoza no fue precisamente de acercamiento. Las fugas de Luis Milla y de Michael Laudrup al Madrid alimentaron una pol¨¦mica que, tal vez, tuvo su punto final con el desembarco de Lorenzo Sanz. Durante un a?o las relaciones no han sido amistosas, aunque s¨ª siempre respetuosas. Pero la herida no est¨¢ cerrada del todo. Un franc¨¦s de apellido Karembeu ha vuelto a hacerla sangrar. El contencioso crece a diario.
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