Malestar educativo
LAS SE?ALES de inquietud en el mundo de la educaci¨®n p¨²blica se est¨¢n multiplicando. No se trata ya de las consecuencias indeseadas o indeseables de la puesta en marcha de la Ense?anza Secundaria Obligatoria (ESO), muy localizadas en su impacto sobre la planificaci¨®n escolar de peque?os n¨²cleos de poblaci¨®n. Sino de una preocupaci¨®n generalizada, de un mar de fondo que empieza a aflorar al coincidir una serie de causas de origen diverso, pero convergentes en sus efectos, y que afectan tanto a los docentes como a los alumnos. La manifestaci¨®n en Madrid de padres, profesores y estudiantes, y el incremento de movilizaciones que prometen, son un reflejo de este malestar. Para disiparlo se requerir¨¢ algo m¨¢s que voluntad de di¨¢logo.La congelaci¨®n salarial de los funcionarios afecta a la ense?anza p¨²blica. Pero m¨¢s all¨¢ de los salarios, las partidas de los Presupuestos relativas a la educaci¨®n han creado tambi¨¦n alarma, al poner de manifiesto que de nuevo se sacrifica, aunque sea en t¨¦rminos relativos, un sector de la actividad p¨²blica esencial para el futuro de nuestro pa¨ªs. La inversi¨®n en ense?anza es inversi¨®n en el futuro, de una importancia que no cabe minimizar, pues afecta a la transmisi¨®n del conocimiento en la escuela y en la Universidad, a su creaci¨®n a trav¨¦s de los programas de investigaci¨®n y desarrollo, y a su incorporaci¨®n al mundo productivo a trav¨¦s de la formaci¨®n de profesionales.
La educaci¨®n es hoy una parte consustancial del Estado contempor¨¢neo sobre la que ¨¦ste tiene una indelegable responsabilidad. Pero en Espa?a, en comparaci¨®n con sectores sociales y econ¨®micos de menor inter¨¦s estrat¨¦gico, pero con superior capacidad de movilizaci¨®n, la ense?anza p¨²blica se presta a este tipo de sacrificios. No cabe, adem¨¢s, descartar que ¨¦stos respondan a una desconfianza hacia la ense?anza p¨²blica y de apuesta, abierta o no, por el trasvase de medios a la ense?anza privada por parte de los responsables del PP.
A este malestar en el mundo de la educaci¨®n p¨²blica tambi¨¦n contribuyen los problemas de la distribuci¨®n territorial de las responsabilidades y recursos econ¨®micos del sector. Los datos reflejan. que se dan notables diferencias, en funci¨®n no de la prosperidad de las distintas autonom¨ªas, sino de que se trate de una comunidad en la que esta competencia ha sido transferida: en este caso, el aumento de los presupuestos de ense?anza ha sido m¨¢s significativo. La pr¨®xima equiparaci¨®n general a este respecto de las comunidades aut¨®nomas puede servir de base para un profundo debate sobre la ense?anza p¨²blica y su futuro, y el papel que le corresponder¨¢ en ella a la Administraci¨®n central.
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