Asombrosos bichos

Los creadores de esta singular¨ªsima pel¨ªcula francesa -que combina con endiablado ingenio el documento cient¨ªfico, el pincel ¨®ptico y la ficci¨®n- han dejado a sus espaldas muchos a?os de laborios¨ªsimos y minuciosos esfuerzos de busca de im¨¢genes en los comportamientos de los peque?os habitantes de los descampadillos donde trabajaron con sus luminosas y casi microsc¨®picas lentes. E hicieron ejercicios malabares con una c¨¢mara que es capaz de mover su enfoque dentro de distancias peque?¨ªsimas y as¨ª lograr encuadres exactos dentro de m¨ªnimas franjas de profundidad de campo, entre visiones que otorgan el esplendor de la nitidez irreal de los sue?os a concienzudos fotogramas hiperrealistas. Microcosmos viene avalada por ilustres premios t¨¦cnicos que no sorprenden en una obra llena de sorpresas: son el simple reconocimiento de una evidencia.La elaboraci¨®n de esta pel¨ªcula (el encaje de sedas y espartos que hay detr¨¢s de su proyecci¨®n) se intuye paciente hasta el franciscanismo, pero al mismo tiempo viva, trepidante, divertida, ins¨®lita -pues incluso crea incredulidad, sensaci¨®n de que estamos ante un ama?o o un espejismo, hasta que percibimos con contundencia que todo en ella es ver¨ªdico- y tan apasionante como lo es su resultado en una pantalla. Es Microcosmos una de esas pel¨ªculas cuyos autores dan saludable envidia y, desde la encerrona de su butaca, se quisiera ser uno de ellos y compartir su haza?a: esa asombrosa parada de bichos que, vistos desde la altura de la mirada humana, pisoteamos a diario sin que esto nos invite a sentirnos insecticidas, pero que luego, vista nuestra fechor¨ªa con ojos m¨¢s cercanos, nos desvela que lo que la suela de nuestros zapatos aplasta cuando paseamos sobre cualquier c¨¦sped de cualquier prado de por aqu¨ª cerca es un fascinante mundo repleto de inesperadas formas de vida, un agregado de bellezas ignoradas que al pricipio nos parecen remotas, casi extraplanetarias, pero que, sin embargo, est¨¢n ah¨ª, a unos palmos por abajo de nuestra ceguera.

Es un disfrute incesante contemplar asombrados algunas im¨¢genes de Microcosmos. Por estas fechas, las carteleras hacen un rinc¨®n ritual para que en ¨¦l entren los estrenos de la cosecha anual de pel¨ªculas para ni?os, que casi siempre encabeza alguna de la factor¨ªa Walt Disney. Pero la presencia de Microcosmos proporciona a este escaparate anual una preciosa novedad que ojal¨¢ cunda, pues enriquece y ensancha el regalo.