Maastricht incluir¨¢ una estrategia com¨²n para el empleo

La reforma del Tratado de Maastricht incluir¨¢ el empleo como nuevo objetivo de la Uni¨®n Europea (UE), un mecanismo para coordinar las quince pol¨ªticas contra el paro y un esbozo de estrategia com¨²n. Esta se basar¨¢ en "recomendaciones" del Consejo al Gobierno que incumpla las directrices acordadas. Los pa¨ªses n¨®rdicos quieren ir m¨¢s lejos y B¨¦lgica exige ayudas econ¨®micas para las pol¨ªticas de empleo. Alemania plantea tres reservas y el Reino Unido se opone. Pero ya hay una base com¨²n, redactada por la presidencia irlandesa, que se har¨¢ p¨²blica ma?ana.

La presidencia irlandesa presentar¨¢ ma?ana al Consejo de ministros de Asuntos Generales (Exteriores) el borrador del Tratado de Maastricht reformado. Es un texto todav¨ªa con muchos corchetes, que recogen las m¨²ltiples discrepancias de los socios. Se elevar¨¢ a los quince l¨ªderes en la cumbre de Dubl¨ªn de los pr¨®ximos d¨ªas 13 y 14, para que lo aprueben como documento-base con vistas a cerrar la reforma en Amsterdam, en junio de 1997.

El ¨²ltimo texto de la presidencia recoge lo que puede ser el consenso de los Quince sobre el empleo. El Reino Unido es contrario. Aparte de ¨¦l, s¨®lo Alemania mantiene tres reservas: si gracias al texto reformado los ciudadanos podr¨¢n recurrir judicialmente contra sus Gobiernos en el caso de que incumplan; si supondr¨¢ nuevos desembolsos financieros para financiar la estrategia com¨²n; y si puede levantar "falsas expectativas".

El borrador irland¨¦s reforma el Tratado, a?adiendo un nuevo objetivo: la UE deber¨¢ perseguir "un alto nivel de empleo". El principal instrumento para ello ser¨¢ "la creaci¨®n de una coordinaci¨®n entre las pol¨ªticas nacionales de empleo con objeto de aumentar su eficacia [mediante el desarrollo de una estrategia com¨²n en pro del empleo]".

Preocupaci¨®n com¨²n

A partir de ah¨ª, la presidencia propone a?adir un nuevo t¨ªtulo o cap¨ªtulo, con seis art¨ªculos. Sus ideas clave estriban en que los Gobiernos "llevar¨¢n a cabo sus pol¨ªticas de empleo nacionales" de acuerdo con las orientaciones globales comunes de pol¨ªtica econ¨®mica, "considerar¨¢n el fomento del empleo asunto de preocupaci¨®n com¨²n" y "coordinar¨¢n sus actuaciones". La Comunidad completar¨¢ las pol¨ªticas nacionales e incorporar¨¢ siempre el objetivo empleo al definir y aplicar las pol¨ªticas comunitarias.Los mecanismos para lograrlo son un "examen anual conjunto" de la evoluci¨®n del problema, del que saldr¨¢n "unas directrices" comunes. Los Gobiernos las "tendr¨¢n en cuenta en sus estrategias nacionales de empleo" e informar¨¢n anualmente al Consejo de las medidas que hayan adoptado una vez al a?o, y ¨¦ste por mayor¨ªa cualificada, "podr¨¢, si as¨ª resulta adecuado, hacer recomendaciones a los Estados miembros". Le ayudar¨¢ en la tarea un nuevo Comit¨¦ de Empleo, de car¨¢cter consultivo.

Varios pa¨ªses han presentado textos propios. El de Espa?a es menos ambicioso que el irland¨¦s. Propugna "promover la creaci¨®n de empleo", y no "un alto nivel de empleo", apoya la "coordinaci¨®n" pero sin enhebrar "una estrategia com¨²n" y no menciona las "recomendaciones" del Consejo a quienes incumplan.

Los pa¨ªses n¨®rdicos pretenden ir mucho m¨¢s all¨¢. Austria reivindica en su texto los objetivos del "pleno empleo", la flexibilidad laboral, la "promoci¨®n de un equilibrado reparto del trabajo", y la completa igualdad laboral hombre-mujer. Propugna que cada Gobierno establezca un "programa plurianual" de empleo y pretende aumentar la presi¨®n moral de las recomendaciones a quienes se desv¨ªen de la estrategia com¨²n, haci¨¦ndolas p¨²blicas y dando un ultim¨¢tum al Gobierno incumplidor. Suecia, en actitud similar, pide "normas detalladas sobre el procedimiento de supervisi¨®n multilateral". Y Dinamarca exige la paridad de los ministros de Econom¨ªa y los de Trabajo en estos asuntos.

B¨¦lgica les desborda. Postula que los pa¨ªses "que apliquen programas plurianuales" puedan "beneficiarse del apoyo financiero" comunitario "con objeto, en particular, de llevar a cabo experiencias de reforma del mercado laboral". Le apoya el Parlamento Europeo, al precisar que "si el paro se agrava o persiste" en un Estado miembro, podr¨¢ obtener ayudas del Banco Europeo de Inversiones o de los fondos estructurales. Justo a lo que se opone Alemania.