Hawai ampara a los homosexuales
Un juez convierte al archipi¨¦lago en el primer Estado norteamericano que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo
Rick Eichor, fiscal general del Estado de Hawai, se lleva las manos a la cabeza: "?Vamos a recibir una oleada de turismo homosexual! ?Hawai va a convertirse en la capital mundial del matrimonio gay!-. Y es que en contra de los argumentos del escandalizado fiscal, Kevin Chang, un juez de Honolul¨², sentenci¨® el pasado martes que el Estado de ese archipi¨¦lago del Pac¨ªfico no puede prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo. Se trata de la primera decisi¨®n judicial en la historia de Estados Unidos que autoriza que los hombres se casen con los hombres y las mujeres con las mujeres. Tan grande como la indignaci¨®n del fiscal Eichor es la satisfacci¨®n del vencedor del juicio, el abogado Evan Wolfson, representante de las tres parejas homosexuales, una masculina y dos femeninas, que recurrieron ante los tribunales el hecho de que en 1990 lasautoridades de ese Estado les negaran el acta de matrimonio. "Es un momento hist¨®rico para los gay y las lesbianas", declara Wolfson. Durante los ¨²ltimos seis a?os, la batalla judicial, de Hawai ha sido el eje de una apasionada pol¨¦mica sobre el matrimonio gay en Estados Unidos. Las organizaciones que defienden los derechos de los homosexuales insisten en que ¨¦stos quieren casarse con todas las de la ley no s¨®lo por razones sentimentales, sino tambi¨¦n materiales: el deseo de proteger sus hogares, garantizar las herencias, compartir seguro m¨¦dico, efectuar conjuntamente la declaraci¨®n de impuestos y disponer del derecho de visita durante los tratamientos hospitalarios.En el otro lado, la derecha republicana, las organizaciones militantes cristianas y los grupos de defensa de los llamados "valores familiares" emplean argumentos como los reiterados tras conocerse la sentencia de Hawai. Para Ralph Reed, presidente de la Coalici¨®n Cristiana, la decisi¨®n del juez Chang es "una bofetada en el rostro del pueblo norteamericano, una ofensa a la herencia moral de la naci¨®n". El reverendo Louis Sheldon, presidente de la Coalici¨®n de Valores Tradicionales, profetiza: "Ning¨²n norteamericano razonable apoyar¨¢ este esfuerzo por santificar algo que es pecaminoso y antinatural". El Estado de Hawai ha anunciado que recurrir¨¢ la sentencia del juez Chang ante el Tribunal Supremo de la isla. All¨ª reiterar¨¢ que "el matrimonio es esencialmente una relaci¨®n basada en la procreaci¨®n", e insistir¨¢ en que la defensa de los ni?os obliga a prohibir que los homosexuales puedan casarse. No es ¨¦sa la opini¨®n del juez Chang, que ha basado su decisi¨®n en la Constituci¨®n de Hawai, muy estricta en su condena de cualquier tipo de discriminaci¨®n sexual. Seg¨²n Chang, "el Estado no ha conseguido presentar pruebas cre¨ªbles de que el inter¨¦s p¨²blico en el bienestar de las familias y de los ni?os pueda verse afectado por la posibilidad de que personas del mismo sexo contraigan matrimonio". Chang cree, adem¨¢s, que "la orientaci¨®n sexual de los padres no los descalifica autom¨¢ticamente para ser buenos y justos" en su relaci¨®n con los ni?os. El debate sobre los derechos de los homosexuales es un asunto de Estado para los norteamericanos. Bill Clinton comenz¨® su primer mandato presidencial intentando abolir la prohibici¨®n de que los alistaran en el Ej¨¦rcito, pero fracas¨® en el empe?o. La reacci¨®n de los mandos y de buena parte de la opini¨®n p¨²blica le forz¨® a adoptar una pol¨ªtica de compromiso conocida como no preguntar; no decir, por la cual el Ej¨¦rcito no tiene derecho a investigar la orientaci¨®n sexual del recluta, pero ¨¦ste, en caso de ser homosexual, tampoco puede manifestarlo en p¨²blico. El pasado septiembre, un Clinton en busca de votos centristas y conservadores firm¨® la llamada Ley de Defensa del Matrimonio, promovida por la mayor¨ªa republicana en el Congreso. Esa ley proh¨ªbe que las parejas homosexuales que hayan podido contraer matrimonio en alguna ciudad, condado o Estado tolerante puedan obtener beneficios del Gobierno federal, como asistencia m¨¦dica o pensiones.
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