El Metropolitan de Nueva York reivindica el genio ins¨®lito del arquitecto Mackintosh
La muestra coincide con la edificaci¨®n en Glasgow de uno de sus proyectos olvidados
En un reto a la comercialidad muse¨ªstica y a los mensajes art¨ªsticos un¨ªvocos, el Metropolitan Museum ha inaugurado en Nueva York la m¨¢s ambiciosa retrospectiva dedicada nunca a la extra?a figura de Charles Rennie Mackintosh, arquitecto y dise?ador nacido en Glasgow en 1868. El museo argumenta que la complejidad creativa de su obra y su individualismo sin excusas obligan a que su figura sea revisada. El otro cap¨ªtulo fundamental de este renacido inter¨¦s en Charles Mackintosh, desrito a veces como el Frank Lloyd Wright escoc¨¦s, es el levantamiento en Glasgow de un edificio que el arquitecto dise?¨® en 1901 y que fue rechazado en un concurso por presentarse fuera de plazo.
A finales de los ochenta, un constructor de Glasgow llamado Graham Roxburgh se hab¨ªa propuesto llevar a la realidad los planos de la llamada Casa para un Amante del Arte. Sin embargo, se qued¨® sin financiaci¨®n con la estructura a medias, y en 1994 el Ayuntamiento de Glasgow y la Escuela de Bellas Artes (cuyo edificio ampli¨® Mackintosh en un trabajo emblem¨¢tico) retomaron el proyecto, que se inaugur¨® el mes pasado. La casa tiene cuatro pisos, uno con habitaciones privadas que se alquilar¨¢n para bodas, y los otros tres reservados para estudiantes de posgrado de Bellas Artes.Casi simult¨¢neamente se inauguraba en el Metropolitan Museum de Nueva York "la mayor retrospectiva de la carrera de Mackintosh", que estar¨¢ abierta hasta el 16 de febrero. La muestra se organiz¨® originalmente en Glasgow, y en ella se exhiben por primera vez las bell¨ªsimas acuarelas de paisajes que el arquitecto pint¨® en su exilio franc¨¦s, justo antes de morir en Londres a los 60 a?os, en el anonimato, alcoholizado y con c¨¢ncer.
Figura de culto del modernismo, Mackintosh tuvo una muy breve carrera como arquitecto y se hizo m¨¢s conocido en su faceta de decorador de interiores (era un dise?ador integral, al estilo de Frank Lloyd Wright). Cuando muri¨® en Londres, estaba pr¨¢cticamente olvidado, pero en los a?os 50 se produjo un cierto revival de su figura, que tiene uno de sus mayores iconos en las sillas de respaldo elevado y cuadriculado.
Para el director del Metropolitan, Philippe de Montebello, "aunque gran parte de la arquitectura y el mobiliario de Mackintosh es reconocido por los conocedores del dise?o moderno, otras facetas de su carrera no han tenido la atenci¨®n acad¨¦mica que merecen".
Maquetas y habitaciones
Su primer encargo profesional tuvo lugar en 1894, una reforma estructural en el edificio de un peri¨®dico de Glasgow, capital cuyos efluvios se pueden casi respirar en las salas del Metropolitan, donde se han reproducido maquetas y habitaciones enteras de. Mackintosh.Mackintosh y Margaret McDonald, su esposa y colaboradora, comenzaron tambi¨¦n con el cambio de siglo a concebir los famosos salones de t¨¦ de su ciudad, el m¨¢s importante de los cuales fue un encargo de la que ser¨ªa su principal cliente, Catherine Cranston. El matrimonio produjo desde ventanas hasta cubieros, murales, mesas y, por supuesto, sus conocidas sillas, como parte de una concepci¨®n del mobiliario como objeto art¨ªstico utilizable.
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